Los gravísimos incidentes en un estadio de Port Said dejaron un saldo de 71 muertos, según el Ministerio de Sanidad egipcio. El balance convierte a la tragedia en una de las peores de la historia del fútbol. Mientras tanto, Egipto se encuentra convulsionado por los hechos y ya hay consecuencias: el primer ministro Kamal al Ganzuri anunció la destitución de dirigentes de la Federación de Fútbol y la renuncia del gobernador de Puerto Said.
Al Ganzuri indicó ante el Parlamento, reunido en sesión extraordinaria, que el gobernador de Puerto Said había renunciado y que "su dimisión ha sido aceptada". Además, en medio de manifestaciones y muestras de dolor en El Cairo, anunció la destitución "del presidente y los miembros del consejo de la Federación", precisando que serán interrogados sobre los acontecimientos.
Al Ganzuri confirmó que el director de la seguridad de Puerto Said, Essam Samak, también había sido destituido de sus funciones y que los otros responsables de la seguridad en la ciudad habían sido suspendidos.
El presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Joseph Blatter, se declaró "muy conmocionado" y dijo que era un "día negro". Según el ministro del Interior egipcio, Mohammed Ibrahim, "la mayoría de las personas muertas fueron aplastadas" por las estampidas humanas que se produjeron.
Los problemas comenzaron luego de que el árbirtro marcara el fin del partido en el que Al-Masry infrigió a Al-Ahly, uno de los mejores equipos de Egipto, su primera derrota (3-1) de la temporada.
El argentino Oscar Elizondo, colaborador del técnico del equipo del Al Ahly, estuvo presente en el campo de juego donde se desató la tragedia. “Lo más grave fue la actitud de la policía, que no hizo nada”, dijo.
Los servicios de seguridad afirmaron que en la ciudad había suficientes policías antimotines, pero que no habían querido interponerse debido a las instrucciones de moderación emitidas tras las sangrientas manifestaciones de El Cairo en noviembre y diciembre pasados.
Los Hermanos Musulmanes, los grandes vencedores de las elecciones legislativas pasadas, acusaron a los partidarios de Hosni Mubarak de ser responsables de la violencia. "Los sucesos de Puerto Said fueron planificados y son un mensaje de los partidarios del antiguo régimen", afirmó el diputado Esam al Erian en un comunicado publicado en la página web del Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ).