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Al final, no hubo revancha para Colón. El Sabalero vencía 2-0 a Unión como visitante y se vengaba de su derrota por igual marcador en el clásico santafecino del Apertura, pero en una histórica remontada el Tatengue no sólo llegó al empate sino que hasta casi lo gana.
El doblete de Iván Moreno y Fabianesi en la primera etapa parecía indicar que Colón se adueñaría del partido, pero en el segundo período Unión arriesgó con cambios ofensivos y llegó a la igualdad con goles de Diego Jara y del uruguayo Nicolás Correa.
Se jugó en medio de un clima caliente, con los dos técnicos expulsados antes del comienzo del partido por demorarse sus equipos en salir al campo de juego y con el alambrado roto en la tribuna visitante, por la sobrepoblación en las gradas.
El calor reinante y los nervios propios de semejante compromiso dieron lugar a un partido que en sus primeros minutos tuvo poco de fútbol y mucho de disputa e imprecisiones. Dentro de un contexto de paridad, con el correr de los minutos Unión mostró una mejor imagen, plantado más adelante y administrando mejor de la pelota.
Sobre los 18, el Tatengue tuvo una chance clara con un desborde de Fausto Montero que controló bien el arquero Diego Pozo.
Pese a que apostaba demasiado al pelotazo para Esteban Fuertes y mostraba escasas variantes para inquietar a Enrique Bologna, Colón encontró la ventaja a los 22, cuando una patriada de Moreno y Fabianesi por derecha lo encontró mano a mano con el arquero y definiendo con justeza para desatar el delirio rojinegro.
Impactado por el 0-1, Unión salió con todo buscando el empate, pero siguió chocando una y otra vez contra sus propias imperfecciones y la buena tarea de la defensa sabalera. Y a los 32, otra vez Moreno y Fabianesi aprovechó un muy buen centro de Gabriel Graciani y de cabeza estampó un 2-0 que poco tenía que ver con lo mostrado en el juego.
En el principio de la segunda parte la historia del clásico no cambió demasiado, con Unión atacando sin ideas ni precisión y un Colón cómodo, aunque parado peligrosamente en el fondo. Pero Kudelka apostó por Jara buscando ser más ofensivo y obtuvo dividendos rápidamente.
Concretamente, el local encontró el descuento a 17 minutos del reinicio: un centro al área fue correspondido por un espectacular cabezazo del propio Jara, quien puso el 2-1 que abrió la esperanza.
Sin tiempo para nada, y aprovechando el envión, el Rojiblanco encontró la igualdad sólo cinco minutos después. Un nuevo envío aéreo encontró esta vez la cabeza del uruguayo Correa, quien mandó la pelota al fondo de la red y desató el delirio tatengue.
Desde entonces y hasta el final, casi sin piernas pero con mayor corazón, fue Unión el que lo pudo ganar ante un Colón caído anímicamente y resignado al empate. El pitazo final cerró un 2-2 emocionante para uno de los pocos clásicos que quedan en el futbol argentino.
