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Unión festejó a lo grande en su regreso a primera división con un triunfo por 2 a 0 ante Colón como visitante en la reedición del clásico santafesino, que hace ocho años que no se jugaba.
A los ocho minutos del arranque, Paulo Rosales sacudió el arco de Diego Pozo con un derechazo que se incrustó en el ángulo superior izquierdo. El Tatengue, que controlaba la pelota, se adelantaba en el marcador y silenciaba a todo el Cementerio de los Elefantes.
El equipo de Frank Kudelka no se amilanó y asestó el segundo golpe diez minutos más tarde, aprovechando un regalo de Pozo, quien salió a cortar un centro de Barrales y le dejó la pelota servida a Fausto Montero, que sólo tuvo que empujarla a la red.
Colón nunca pudo reaccionar y los nervios comenzaron a apoderarse de los jugadores locales. Tal es así, que Iván Moreno y Fabbianesi vio la tarjeta roja, bien aplicada por Héctor Baldassi. A pesar de alguna chance aislada para descontar, los dirigidos por Mario Sciacqua volvieron a quedar en deuda ante su gente y se privaron de subir a lo más alto del torneo.
Los Tatengues festejaron largo y tendido su primera victoria en el campeonato y haber desecho el maleficio ante su clásico rival, al que no vencía desde el Apertura 99 cuando se impuso por 2 a 0 con goles de Trullet y Silvera.
Incidentes en el final. Mientras los jugadores de Unión festejaban ante su público la gran victoria en el clásico, Diego Pozo intentó agredir a sus rivales pero fue separado por propios compañeros. Cuando los ánimos parecieron calmarse, los propios tatengues tuvieron que esperar varios minutos para desalojar el campo de juego porque la manga había sido desinflada.
