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Muy cerca: así quedó San Lorenzo de garantizar su permanencia en Primera, al vencer este jueves 2-0 a Instituto en Córdoba en el primero de los partidos de la Promoción por una plaza en la máxima categoría. Los dos goles los hizo el uruguayo Carlos Bueno, a los 2 y a los 16 minutos del segundo tiempo.
Ahora, el equipo cordobés necesitará de un milagro para quitarle a San Lorenzo su lugar en la "A", ya que deberá ganarle en el Nuevo Gasómetro por tres o más goles de diferencia.
Si bien Instituto asumió el protagonismo y buscó de manera constante atacar desde el inicio, en todo momento fueron más consistentes la entrega y los contragolpes del visitante. El local fue prolijo pero demasiado tibio, y careció de profundidad así como de lucidez las pocas veces que alcanzó los últimos metros.
Los de Córdoba recién exigieron verdaderamente a Pablo Migliore a los 36 minutos con un remate de media distancia de Ezequiel Videla, pero el arquero desvió el esférico en el último instante posible con una mano, arrojándose sobre el poste derecho.
Por su parte, San Lorenzo estuvo a punto de abrir el marcador a los 11 minutos de juego, cuando Néstor Ortigoza capturó un rebote en la puerta del área y sacudió con su remate el palo derecho del arquero.
A los 33, Julio Buffarini ejecutó un tiro libre desde la izquierda que Enzo Kalinski redirigió de cabeza y Bueno, con otro frentazo, hizo chocar la pelota contra el travesaño.
El gol del Cuervo se caía de maduro, y llegó dos minutos después del entretiempo cuando, tras un pase de Juan Manuel Salgueiro, Bueno fusiló al guardameta, que rechazó la pelota pero sólo logró que el uruguayo capitalizara el rebote convirtiendo.
El anfitrión sintió el duro golpe anímico, bajó el ritmo, perdió precisión y por eso sólo hubo que esperar 14 minutos más para que San Lorenzo aumentara: Buffarini dirigió un tiro de esquina al corazón del área, donde Bueno se impuso en lo alto y acomodó la pelota en un ángulo inferior del arco con un remate cruzado.
En el marco de un duelo de 180 minutos, la ostensible diferencia de jerarquía y carácter se reflejaba demasiado pronto en el marcador, y ello llevó a que la impotencia y la furia estallaron en la popular local en forma de incidentes con rotura del alambrado incluida, que a punto estuvieron de motivar la suspensión del encuentro hasta ser finalmente controlados.
La serie se decanta así a favor de uno de los grandes del fútbol argentino, que, alicaído, supo pegar fuerte y en los momentos justos para obtener un muy valioso triunfo en condición de visitante.
Fuente: DyN.
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