miércoles 24 de abril del 2024

Tevez y el karma de los arqueros

La presión mediática para la convocatoria del Apache y la discusión sobre quién debería ser el arquero de la Selección. Opina Alejandro Fabbri.

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Como si necesitáramos discutir y polemizar sobre la vigencia indudable de Carlos Tévez, la presión mediática se ha introducido en el ambiente futbolero, respecto de la conveniencia que tendría la convocatoria del Apache para jugar el mundial en Brasil. Cuando todo hacía pensar en una lista de cinco delanteros ya conocidos de memoria (Messi, Agüero, Higuain, Lavezzi y Palacio), las buenas actuaciones de Tévez en la Juventus italiana, reflotaron un tema cerrado.

Cerrado estaba el tema Tévez porque la Argentina dispone de una serie de excelentes jugadores en los puestos de ataque. Es, precisamente, lo que no está en discusión. Tampoco hay debate sobre la condición de suplentes de Palacio y de Lavezzi. Sin olvidar, por supuesto, que Ángel Di María asoma como el cuarto socio de este grupo de cracks que le provocan temor a los que enfrentarán a nuestro país.

Tévez ha evolucionado en su juego, tiene un buen promedio de goles, está mucho más participativo y colabora en la generación de acciones ofensivas. Ha comprendido lo que necesita su equipo y se lo observa mucho más maduro. Lleva largos dos años sin jugar en la Selección y su ausencia no ha llamado la atención porque el mismo protagonista se llamó a silencio en un largo lapso y porque el rendimiento de Messi y sus compañeros de la ofensiva ha sido brillante.

Mucho se ha hablado sobre la decisión de Alejandro Sabella en no convocar al Apache y se argumenta desde hace tiempo que no hay química entre Tévez y Messi, entre Tévez y Agüero. ¿Será realmente así? Otros prefieren culpar a Julio Grondona, el presidente de la AFA, hablando de un supuesto veto a la participación de Tévez. La cuestión es que se ha abierto un frente de debate innecesario que amenaza con enturbiar los próximos meses del trabajo de Sabella.

El técnico del seleccionado argentino ha dicho reiteradamente que cuando forma un grupo le cuesta mucho hacer modificaciones y así ha pasado. En general, el ambiente futbolístico del país es conservador, poco afecto a cambios importantes y la historia pareciera repetirse. Sin embargo, existen serias dudas entre dirigentes, periodismo en general y los hinchas sobre la seguridad que brindan los arqueros actuales del equipo y los defensores.

Si algo tenía unanimidad era la lista de delanteros, pero ahora apareció Tévez. El Apache hizo sus méritos y suena lógico que alguien lo pida para la Selección, pero pareciera que el cartel colgado en un estacionamiento sería el mismo: “Completo”. Faltan zagueros, faltan volantes por afuera, un sustituto de Mascherano y otro de Gago, la verdad que allí radican las inseguridades respecto de cómo le irá a la selección en Brasil.

La cuestión de los arqueros llama la atención. Sabella sigue priorizando a Sergio Romero y a Mariano Andújar, dejando a Agustín Orión como tercera opción, con muy poco rodaje. Ninguno de los dos primeros se ha logrado afirmar: Romero es suplente en Mónaco y Andújar comparte el vapuleado arco del Catania repleto de argentinos que se está yendo al descenso.

Orión ha mostrado solvencia, excelentes reflejos y es una garantía de seguridad en el arco de Boca, más allá de la floja campaña del equipo de Bianchi. Junto con Orión, dos arqueros del fútbol local como Agustín Marchesín y Sebastián Saja han desarrollado campañas excelentes y, en el caso del arquero de Lanús, con 25 años y un futuro enorme. Aquí la historia es distinta, porque los rendimientos en los últimos meses de Romero y Andújar no ayudan a Sabella y Orión viene pidiendo pista. Es lógico que haya cierta presión externa para que Saja o Marchesín tengan una oportunidad, pero mucho tiempo no queda. Pareciera difícil un cambio de rumbo en la elección de arqueros, pero las dudas son muchas.

Vale la pena recordar que muchas veces hubo situaciones de este tipo respecto de los arqueros y de otros futbolistas. Hubo presiones para que César Menotti incorporara a Ubaldo Fillol y a Norberto Alonso. Nunca quedó claro si existieron sugerencias desde AFA para que Carlos Bilardo integrara a Bochini y Borghi al plantel de México’86, aunque también está claro que Argentina se clasificó con un gran aporte de Fillol y el Pato se quedó afuera del mundial.

Y si de incertidumbres y debates se trata, también hay que apuntar la larguísima cifra de siete arqueros que utilizó Daniel Passarella en las eliminatorias de 1998, las dificultades que tuvo hasta la Copa de 2002 Marcelo Bielsa, para decidirse en darle la titularidad a Cavallero o a Burgos, la disputa entre Islas y Goycochea en 1994, podríamos seguir buscando antecedentes que hay y seguirían engrosando la nómina de dudas, disputas y elecciones acertadas o no a la hora de la verdad.

Situaciones de un fútbol argentino que no son nuevas ni serán las últimas.