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El resultado marca las diferencias que existieron entre un equipo y otro en una de las semifinales de la Copa Libertadores que dejó a Gremio con un pie y medio en la final luego de conseguir un contundente 3-0 como visitante de Barcelona de Guayaquil.
Pero esa diferencia holgada de tres tantos, el equipo de Porto Alegre se la debe también en gran medida a su arquero Marcelo Grohe, porque cuando su equipo ganaba 2-0 le tapó una pelota imposible al delantero argentino Ariel Nahuelpán a escasos metros de la línea de gol con una reacción para el recuerdo. Luego llegó el tercero de los brasileros para que la fiesta fuera completa y el resultado muy difícil de revertir.
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