Ya pasaron más de nueve años pero se sigue recordando como una de las definiciones más polémicas y apasionantes de un torneo argentino, y eso que los protagonistas no eran ni River ni Boca. El fixture marcó que Vélez y Huracán se enfrentaran en Liniers en la última fecha del Clausura 2009 y resuelvan mano a mano quién sería el nuevo campeón.
El local estaba obligado a ganar mientras que al Globo le alcanzaba el empate para coronarse y lo estaba consiguiendo hasta los 39 minutos del segundo tiempo cuando Maxi Moralez rompió la paridad y generó la locura de todos los hinchas de Vélez. Claro, en la previa hubo una clara falta de Joaquín Larrivey al arquero Monzón que el árbitro Gabriel Brazenas ignoró en el inesperado y sospechoso último partido de su carrera.
"Vélez fue un digno campeón de ese torneo porque jugaba bien al fútbol y yo dije también que no merecía, a mi criterio, errores del árbitro que le facilitaran el triunfo. Tanto Vélez como Lanús y Huracán, cualquiera de los tres merecía ser campeón", dijo Ángel Cappa terminando con la polémica en diálogo con ESPN Fútbol, donde hoy trabaja Sebastián Domínguez, defensor de Vélez por aquellos tiempos.
"Ahora que se equivocó el árbitro a su favor esa es mi opinión. Yo nunca dije nada ni de los jugadores de Vélez, ni de Gareca, ni de los dirigentes ni de nadie. Yo solo dije que el árbitro cometió errores pero eso no quita que haya sido un justo campeón"", amplió Cappa con la habitual sabiduría con la que analiza el fútbol y sin la bronca latente de esos tiempos.