Pasó la final de la Copa Libertadores, River se quedó con su cuarto título continental en Madrid ante Boca y el árbitro uruguayo Andrés Cunha jugó su partido. Aquí, el análisis minucioso de la actuación del juez.
Primer tiempo. Boca arrancó con más ímpetu que River. El equipo de los mellizos Barros Schelotto hizo varias infracciones. A los tres minutos de juego, Cunha advirtió a Pablo Pérez, capitán de su equipo, para que no siguieran con esa actitud. A los 15 minutos podría haber amonestado a Nahitan Nández por una fuerte infracción en el centro del terreno de juego.
A los 28, Leonardo Ponzio controló mal un pase cerca de su área penal, la pelota se le fue larga y se arrojó con demasiada vehemencia sobre Nández. El juez uruguayo pitó la infracción y no dudó en amonestar al mediocampista millonario. Correcta la sanción porque el jugador de River fue de forma temeraria.
A los 42, fue amonestado Pablo Pérez por una fuerte falta sobre Enzo Pérez, de River. En esta acción estuvo correcto Cunha al mostrarle el cartón amarillo al mediocampista de Boca. Así se terminó la primera parte, sin demasiado recriminar al colegiado uruguayo.
Andrés Cunha, el árbitro más observado
Segundo tiempo. Corría el minuto 7, Nández metió un pase alto y largo para Darío Benedetto, que la bajó de pecho y Javier Pinola se la quitó con su brazo derecho, por lo que el árbitro uruguayo marcó correctamente la infracción para el conjunto de la ribera.
Luego de eso sucedió quizás la jugada más polémica del partido. El colombiano Quintero le dio un pase alto, y un poco largo, a Pratto, la pelota quedó dividida entre Andrada y el delantero, el jugador de River llegó primero a la pelota y la punteó, el arquero de Boca quiso rechazar con el puño de su mano derecha y se llevó puesto al goleador millonario, pero Cunha entendió que el delantero fue con el pie muy alto por lo que sancionó, después de varios minutos de protestas de ambos equipos, tiro libre indirecto para Boca. Es una jugada de interpretación, por lo que el uruguayo también podría haber sancionado penal para el equipo de Gallardo.
El equipo de Núñez era protagonista del juego y las infracciones eran claras para ambos lados. Faltaba poco para que terminaran los 90 minutos, cuando dentro del área penal de River, Nández iba a patear de zurda y Pinola puso su pie izquierdo de forma riesgosa. El juez uruguayo pitó y los corazones millonarios se pararon, pero marcó tiro libre indirecto para el xeneize. Los jugadores de Boca le protestaron la sanción porque entendían que era penal. Pero estuvo muy bien Cunha al sancionar de esa forma porque el contacto del defensor de River fue con la pelota y no con el pie del mediocampista boquense.
Tiempo suplementario. La jugada más trascendente del encuentro, o quizás la que hizo que Guillermo tuviera que cambiar de planes, fue la expulsión del colombiano Wilmar Barrios. Apenas iban pocos minutos de los primeros 15 cuando la pelota quedó dividida entre el colombiano y Palacios, el jugador xeneize fue fuerte, aunque a disputar el balón, pero pisó su rival a la altura de la cadera y en la pierna izquierda. Cunha pitó fuerte y no dudó en mostrarle la segunda tarjeta amarilla al mediocampista de la ribera. Correcta decisión.
(*) Periodista y árbitro.