Franco Armani llegó al arco de River con muchos sueños por delante, con la vara elevada y la responsabilidad de suplantar al ganador Marcelo Barovero. Tras su paso triunfal por Atlético Nacional de Medellín, donde fue campeón de la Copa Libertadores en 2016 y Recopa Sudamericana 2017, el nacido en Casilda, Santa Fe, hace 32 años quiere su revancha tras el decepcionante Mundial de Clubes de hace un par de años, donde fue goleado por el Kashima Antlers en semifinales (3-0).
Aquel sueño frustrado en Japón quiere borrarse por completo de la cabeza de Armani, quien tuvo un gran 2018 a nivel personal. Jugó el Mundial de Rusia con la Selección Argentina y se consagró campeón de América en su primer año con River. Falta la frutilla del postre en Emiratos Árabes.
Si hay una enseñanza que Armani está transmitiendo estos días a sus compañeros de equipo es que hay que evitar cualquier exceso de confianza, pese a que River sea amplio favorito en la semifinal del martes 18, contra el Al Ain local, que goleó 3-0 al Esperance tunecino.
"No hay que menospreciar al equipo rival. El partido del martes es el más importante porque es el que da el paso a jugar una final. No hay que subestimar a nadie. Se debe jugar con humildad", afirmó el arquero a los periodistas tras la práctica del jueves pasado.
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Esfuerzos que valieron la pena. En sus inicios en la Argentina, Armani no terminó de encontrar hueco para llegar a lo más alto a ivel profesional. Debutó en la segunda categoría con Ferro Carril Oeste en la temporada 2007-2008 y después jugó para el Deportivo Merlo, con Felipe De La Riva como DT.
En 2010 inició su aventura colombiana, que duró siete años y que le permitieron hacerse un nombre y engrosar su palmarés, pese a que los inicios fueron muy duros e incluso se llegó a dudar que pudiera desarrollar una carrera como la que ha tenido.
Armani hasta llegó a pensar en cómo ponerle fin a su contrato en Colombia al ver que nunca podría ser como su ídolo el Pato Ubaldo Fillol, ni poder regresar a Argentina a lo grande, como era su deseo.
La frase de Armani que se tatuará un hincha de River
Pero lejos de rendirse estuvo el arquero internacional. Ayudado por su padre resistió en los peores momentos, incluida una seria lesión, y los éxitos llegaron a su debido tiempo.
FH y agencia AFP