El miércoles 9 de enero, el Olympique de Lyon, equipo que domina Europa desde hace tres años y la liga de su país desde hace 12, anunció la contratación de la delantera argentina Soledad Jaimes. Allí compartirá plantel con la noruega Ada Hegerberg, la ganadora del último Balón de Oro. “Sole es una gran jugadora y se merece todo lo que le está pasando. Yo sé todo lo que ella pasó para estar hoy donde está. La verdad no me sorprende”, dice Ruth Bravo, jugadora del equipo español CD Tacón y compañera durante varios años de Jaimes en la selección argentina.
Tras una etapa gloriosa en el Santos de Brasil, Jaimes llegó proveniente del Dalian Quanjian de China y firmó un contrato por seis meses con el equipo francés. Los contratos en el fútbol femenino suelen ser cortos. Tampoco existe la compra y venta de pases como sucede en el fútbol de varones y que genera esos números siderales que aumentan año a año. “Suelen ser por una temporada. Más para las que venimos de afuera porque no nos conocen, es como una prueba”, dice Florencia Bonsegundo, jugadora de la selección y del Sporting de Huelva de España.
“La venta de pases no es algo común en el fútbol femenino, hay muy pocas excepciones que funcionan con un pago por una transferencia”, dice Edgar Merino, representante de varias jugadoras de la selección argentina y director de la agencia de gestión deportiva chilena Solo Cracks, la encargada del primer pase internacional de la historia del fútbol español femenino, que se hizo en 2017.
La Liga Iberdrola, como se llama el campeonato español de mujeres, una de las más importantes de Europa, es hoy el destino más fructífero para las jugadoras argentinas. Y esto, coinciden distintas jugadoras de la selección, alimenta la calidad del plantel porque juegan a diario en otro nivel de competencia. Estefanía Banini, la 10 de la selección, venía de la liga estadounidense, la más fuerte del mundo, y también se sumó al campeonato español para jugar en el Levante, equipo que pelea arriba. Actualmente, en la Iberdrola también juegan las argentinas Vanesa Santana (Logroño), Agustina Barroso (Madrid CFF) y Marianela Szymanowski, una argentina que hizo toda su carrera en ese país y juega en el Betis. En la segunda división española están Mariela Coronel, Andrea Ojeda, Yael Oviedo, Karen Spiazzi y Amancay Urbani. Una de las últimas argentinas en llegar a la primera de España fue Aldana Cometti, central de la selección y campeona de la última Copa Libertadores Femenina con el Atlético Huila de Colombia. Cometti firmó con el Sevilla en diciembre de 2018, donde es dirigida por el técnico argentino Cristian Toro, DT representado por Edgar Merino.
“Acá en España no es que nos salvamos, pero podemos vivir de lo que nos gusta y también ahorrar algo”, dice Florencia Bonsegundo. “No me gusta hablar de números pero suelo decir que son sueldos muy similares a los que podría tener un profesional de cualquier otra área, un abogado o un ingeniero. Pero no son sueldos comparables con los futbolistas varones, quizás se acercan a los que puede haber en una segunda división masculina”, explica Merino.
En contrapartida, las futbolistas que juegan en nuestro país perciben un mínimo dinero por viáticos y tienen un trabajo paralelo para poder vivir, con el desgaste físico y emocional que eso implica. “Tener otro trabajo y otras responsabilidades te cansa. La verdad sería un sueño poder vivir de jugar al fútbol. Si se pudiera hacer acá en Argentina sería genial, pero evidentemente va a pasar un tiempo para que se dé esto. Ahora solo es posible afuera”, dice Bárbara Zuanny, defensora del Club Atlanta.
“Lo de Sole demuestra que en Argentina hay material y es hora de que la gente se entere. Yo creo que en Argentina muy poca gente sabe quién es Sole Jaimes y en Europa todo el mundo la conoce. Es hora de que haya mayor apoyo dirigencial y que la sociedad argentina se familiarice más con el fútbol femenino, pero venimos dando pasos importantes y vamos por buen camino”, dice Bonsegundo. Y lo que remarca Bonsegundo se refleja claramente en el hecho de que, tres días después de la confirmación de la llegada de una jugadora argentina al mejor equipo de la actualidad de Europa, el diario Olé, el principal medio gráfico deportivo del país, no le dedicó ni siquiera una línea en su página web.
Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil