El ex delantero uruguayo Darío Silva recordó detalles de su trunca llegada a Boca cuando era un juvenil y añoraba compartir equipo con su compatriota Sergio Daniel el Manteca Martínez. También rememoró las sensaciones del accidente automovilístico que derivó en la amputación de su pierna derecha.
Goleador de la Celeste, de paso por el fútbol español, el 24 de septiembre de 2006, a los 34 años, Silva protagonizó un accidente en la rambla de Montevideo.
"No me recriminó nada. Fue un error de segundos. Estaba el semáforo a sesenta metros, iba despacio, como mucho a cuarenta kilómetros. Cuando veo que el semáforo cambiaba, se me cae un pedazo de torta, la voy a levantar y con el brazo izquierdo muevo el volante hacia la izquierda y me fui hacia la otra calzada y cuando estaba arriba giré el volante a la derecha y cuando quise frenar, apreté el acelerador y no lo pude controlar y termine chocando", dijo en diálogo con Radio Villa Trinidad.
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"Estaba solo, y como yo iba con dos amigos en el momento del accidente, pensé que estaba en la casa de uno de ellos. Pero noté que la casa no era de esa manera, ni tenía esas camas. Me preocupé un poco y me bajé de la cama para ver dónde estaba. Gracias a Dios bajé con el pie izquierdo, cosa que nunca hago. Me puse la zapatilla izquierda y cuando me fui a poner la derecha me pregunté qué pasaba que no enganchaba la zapatilla. Ahí miré y me di cuenta que me faltaba algo", dijo.
"Ahí me di cuenta que había tenido un accidente. No me había percatado hasta ese momento. Por la televisión me enteré de mi accidente. Recuerdo que el momento más fatal que tuve que atravesar fue cuando no sabía si mis amigos estaban vivos o no", agregó.
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"Yo nunca lloré, lo único que quería saber era dónde estaban mis amigos. Ahí me agarró la desesperación y si lloré fue porque no sabía nada de ellos. Lo más importante al fin y al cabo es que ellos estaban bien y habían salido ilesos. Después lo peor me tocó a mí, porque seguramente estaba preparado para superarlo y quizás ellos no estaban preparados", completó.
Boca, un deseo trunco en su carrera
Silva repasó su carrera. Nunca jugó en el fútbol argentino aunque "por seis horas" fui jugador de Boca.
"Cuando fui suspendido un año por la FIFA en un Mundial Sub 20 yo no podía jugar en mi país y la única forma de jugar era que mi representante me pudiera sacar para otro lado y fuera del país. Entonces firmé un contrato con Boca Juniors", explicó.
"Recuerdo que firmé con Boca a las 12 del mediodía y a las siete de la tarde rompimos el contrato, porque Defensor Sporting me contrató. Actué así porque creí que no era mi momento para estar en Boca, con los jugadores que estaban ahí, no iba a tener oportunidades. Por seis horas fui jugador de Boca y no lo sabe mucha gente. Hubiera sido emocionante jugar allí, estoy seguro que no me hubiera ido nunca si llegaba a Boca. En ese equipo estaba el Manteca Martínez. Tenía 19 años y yo venía de jugar Sudamericano de Venezuela y salir goleador", cerró.
AM