lunes 18 de marzo del 2024

De acá no nos vamos más

Se terminó la era amateur y la igualdad empezó a ganarle a ese núcleo duro machista que habita en el mundo del fútbol.

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Empezó una nueva era en el fútbol. Las mujeres la peleamos e iniciamos un cambio irreversible. Hoy ocupamos el rol más importante de este deporte, donde la profesionalización da el puntapié para este camino inédito. El martes vivimos el partido más apasionante de nuestro fútbol con una cuota de especialidad: un superclásico con protagonismo 100% femenino y profesional.

La primera fecha de este nuevo torneo de fútbol femenino quedará en los libros de historia. En años vamos a poder hablar con nuestros nietos y nietas y les vamos a contar que fuimos contemporáneos de estos días en los que la igualdad empezó a ganarle a ese núcleo duro machista que habita en el mundo del fútbol. Las mujeres que juegan son profesionales que cobran un sueldo y tienen el respaldo de un contrato que las reconoce como trabajadoras. La lucha que dio como resultado este torneo femenino también tuvo otro momento clave esta semana: el superclásico oficial. Más de 4 mil personas dijeron presente para disfrutar del partido más lindo de nuestro fútbol. Los dos equipos más grandes del país se vieron las caras en esta nueva era del profesionalismo.

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Se terminó la era amateur, esa que caducó hace añares en el ámbito masculino. Esa época de nuestros abuelos (o bisabuelos) que cada vez se parece menos a nuestro fútbol actual. Ese cambio sucedió y ahora estamos acá. La alegría en el resultado fue para las Las Gladiadoras: golearon 5 a 0 a River con el condimento de que la gran figura fue Fanny Rodríguez, ex jugadora millonaria. Hace nada más que cinco meses, Rodríguez festejó en “modo Oso”, como lo hace Lucas Pratto, y esta semana se llevó la pelota del partido gracias a los tres goles que le marcó a su club anterior.

La historia también se escribe dentro de una cancha de fútbol. Y el fútbol, como todo deporte, tiene el peso político y social para que los goles sean los gritos de una transformación que va más allá. Los cambios ya son visibles. Además de ser el primer superclásico oficial, también tuvo su debut en la Bombonera. Las jugadoras pudieron sentir el aliento de los hinchas. El acompañamiento del público parece algo menor, pero no lo es: tantas veces escuchamos que el fútbol femenino no es rentable por tal y cual cosa, argumentos vacíos y preestablecidos por los que se oponen a esta igualdad. Esos comentarios maliciosos quedan descartados cuando tomamos conciencia de lo que significa que este torneo sea televisado o que se agoten las entradas, como sucedió en la cancha de Boca o en aquel repechaje que jugó la selección argentina en la cancha de Arsenal. El apoyo del público en los eventos y fuera de ellos también fue y es fundamental para que el pedido de las jugadoras se transforme en realidad.

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La historia la escriben las que pelean, y Maca Sánchez fue quien tomó la posta. La AFA escuchó el reclamo de la actual jugadora de San Lorenzo y se llevaron a cabo estos avances significativos. Una deuda que teníamos como sociedad, una pelea pendiente que se gana cada día un poco más. Maca fue víctima de amenazas, insultos y desmerecimientos por animarse a parar la pelota y alzar la voz. Pero, como dice el Loco Bielsa, hay que tragar veneno y aceptar la injusticia, porque al final todo se equilibra. Ya como profesional en el Ciclón, Maca tuvo su debut soñado ante Lanús: dos goles y triunfo de visitante por 3 a 1. Ella, que tanto hostigamiento sufrió a través de cobardes por redes sociales. Se la ninguneaba y chicaneaba por ser valiente. La delantera controló toda la hostilidad que le valió su reclamo y la clavó en un ángulo. Esto también es gracias a ella.

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La primera fecha nos dejó 39 goles en ocho partidos. Prometedor arranque de este nuevo torneo que ya nos sacó varias sonrisas. Esto es por la lucha de esas enormes mujeres que fueron Las Pioneras del Fútbol, por Maca y todas esas pibas que se bancaron la discriminación, la bronca, la violencia, los “andá a lavar los platos”. Hoy estamos acá, hoy nos ven porque estamos juntas y escribimos nuestros propios caminos. El fútbol es con todos y todas. De acá no nos vamos más.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.