Alberto Fernández ganó las elecciones y a partir del próximo 10 de diciembre asumirá como nuevo Presidente de Argentina, un país sumergido en una profunda crisis económica con los índices de pobreza más elevados desde la crisis de 2001 y los precios disparados y sin control.
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En ese contexto angustiante, un interrogante menor pero interrogante al fin es qué pasará con el fútbol, privatizado por el Gobierno de Mauricio Macri luego de la experiencia del Fútbol para Todos que muchos reclaman su vuelta mientras otros tantos aún lo repudian y no pueden entender tanto derroche.
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Días antes de las elecciones, el presidente electo brindó una entrevista a FM Cielo de La Plata y no dejó dudas al respecto: "Va a estar siempre mi amor por Argentinos Juniors pero la Argentina tiene millones de problemas importantes antes que el fútbol. Lo que quisiera es que los dirigentes alguna vez se pongan de acuerdo y vayan las cosas bien en el fútbol, si hay algo que cambiar lo cambien pero esto de que el Estado vaya en socorro del fútbol no. El Estado tiene que ir en socorro de los que tienen hambre, de los que son pobres. No está en las prioridades. El fútbol no aparece en los primeros mil lugares", respondió sin dudar.
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