Mano dura y concentración total: el nuevo régimen de Russo para relanzar a Boca

Boca Juniors atraviesa un punto de inflexión. Con el fracaso reciente en el Mundial de Clubes todavía fresco —y en especial la dura imagen que dejó la eliminación ante Auckland City—, Miguel Ángel Russo decidió tomar el control total del rumbo futbolístico.

“No me gusta volverme en primera ronda”, declaró el entrenador tras la eliminación, dejando entrever que el segundo semestre no admitiría relajación ni improvisación.

Con ese espíritu, el cuerpo técnico puso en marcha una rutina mucho más exigente: doble turno de entrenamientos diarios en el predio de Ezeiza, concentración para todo el plantel y una revisión profunda del grupo. El objetivo: cambiarle la cara al equipo para el Torneo Clausura, que comienza en apenas unas semanas.

Entrenamientos intensos y concentración en el hotel del club

El nuevo régimen de trabajo tiene tres pilares: intensidad física, cohesión grupal y máxima disciplina. Desde el regreso a las prácticas, Boca realiza dos sesiones diarias de entrenamiento. El miércoles ya se ejecutó esta modalidad, que se repetirá hoy y durante los próximos días.

Además, los futbolistas se hospedan en el hotel habitual del club, lo que permite mantener la concentración y el enfoque al 100 %.

En paralelo, varios jugadores entrenan de manera diferenciada por problemas físicos. Sin embargo, la idea del cuerpo técnico es clara: nadie puede quedarse atrás en la preparación. Russo pretende que todo el grupo alcance un ritmo físico y futbolístico que no logró consolidarse en la previa del Mundial de Clubes por la falta de tiempo.

Refuerzos en camino y una "limpieza" que ya empezó

Mientras el equipo trabaja en Ezeiza, la dirigencia continúa negociaciones para reforzar el plantel. Leandro Paredes es uno de los apuntados, y también se busca un zaguero central y un volante/extremo por la derecha. En paralelo, avanza una depuración del grupo, encabezada por Marcos Rojo, que podría dejar el club.

Este proceso de reestructuración es clave para Russo, quien ya vivió dos etapas anteriores en Boca y sabe que el margen de error es mínimo. La idea es fortalecer la base, corregir errores estructurales y recuperar la identidad futbolística.

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Contra el tiempo: Boca necesita mostrar otra cara ante Argentinos

El debut en el Torneo Clausura será la segunda semana de julio, ante Argentinos Juniors. Russo es consciente de que el equipo deberá dar señales claras de cambio desde el primer minuto. Más allá del resultado, el técnico espera ver un carácter competitivo como el que Boca exhibió ante Benfica y Bayern Múnich, y alejado de la desidia que mostró frente a Auckland City.

El tiempo apremia, pero la decisión ya está tomada: Boca entró en modo concentración total. Ahora, queda por ver si el nuevo régimen de exigencia y trabajo puede devolverle al equipo la solidez que necesita para volver a pelear.

BP