Si bien la salida de Christian Horner de Red Bull era un final anunciado, sorprendió que fuera en mitad de la temporada y la manera abrupta con la que se comunicó, de la noche a la mañana, con efecto inmediato. Todo hacía sospechar que algo grave había ocurrido, algún hecho que actuó como desencadenante a un periodo de mala gestión, que no fue revelado.
Bernie Ecclestone (ex propietario de la F1) que había charlado con él el día anterior, aseguró que no sabía que iban a despedirlo y dijo “algo muy grave debió pasar para que su despido fuera 'con efecto inmediato'. Nadie despide a un CEO de la noche a la mañana 'con efecto inmediato' de no haber sucedido algo relevante”. Flavio Briatore, cercano a Horner, expresó “20 años en la cima lo dicen todo. Un competidor en la pista, pero también un amigo fuera de ella. Felicidades por tus logros en Red Bull, Christian Horner. Te deseo todo lo mejor en tu próxima aventura”.
Del control total al despido
Hace poco más de 20 años, Christian Horner fue convocado por Dietrich Mateschitz (co propietario de Red Bull GmbH) tomó un equipo en descenso (Jaguar) y dos fábricas en desuso en Milton Keynes y junto a Helmut Marko construyó uno de los equipos más importantes de la F1 transformando a Red Bull en una empresa exitosa con una división tecnológica y un nuevo programa de motores, para hacerle frente a la salida de Honda. Con la gestión de Horner, Red Bull logró 14 títulos (8 de pilotos y 6 de Constructores), pero tras la muerte de Mateschitz, todo cambió.
Su poder en Red Bull no se limitó al equipo, sus funciones se extendían al departamento de Marketing, la División de Motores, acuerdos comerciales, manejo de pilotos y personal en general, entre otras, por las que percibió sumas importantes. Como Director Ejecutivo de Red Bull Racing (equipo de F1) cobró en 2024 cerca de 12 millones de dólares y también figuraba como director en otras empresas de la marca como Red Bull Powertrains Techonology por la que habría cobrado 9,6 millones dólares y Red Bull Advanced Technology por otros 4 millones.

En 2024 Red Bull renovó su contrato hasta 2030 por un salario anual cercano a los 10 millones de dólares y todas las decisiones pasaban por él, lo que se transformó en una preocupación para los socios, que intentaron sin éxito, desdoblar sus funciones.
Luego del escándalo que estalló en febrero de 2024 (denunciado por conducta inapropiada), su gestión comenzó a ser cuestionada, y varios ingenieros en puestos clave decidieron dejar Red Bull (Rob Marshall, Adrian Newey, Jonathan Wheatley, Will Courtenay y Lee Stevenson, entre otros).
Un punto de quiebre fue la salida de Sergio Checo Pérez, a quien renovó por dos años y unos meses después, despidió por lo que Red Bull tuvo que desembolsar una cifra millonaria, perdió el patrocinio de América Móvil y nunca logró ocupar su asiento con un piloto de la calidad de Checo, una pieza vital para la obtención de los 4 campeonatos de Max Verstappen.

Una situación no menos importante era la escuela de pilotos Junior de Red Bull, de la que no salían talentos que eventualmente pudieran reemplazar a Max Verstappen y estaba la asociación con Ford, que no garantizaba un buen motor. El detonante habría sido una declaración ante la prensa donde Horner admitió habían perdido el campeonato de Constructores e iban en camino de perder el de pilotos, y por ende a Max Verstappen, a causa de un coche que no rendía lo esperado, al que los ingenieros no encontraban solución. Y Christian Horner pasó de la noche a la mañana, de ser uno de los CEO más poderosos de la F1, a ser despedido sin explicación.
La situación contractual
Desde su despido el 9 de julio, Horner continua ligado a Red Bull y seguirá cobrando un abultado salario hasta que logren ponerse de acuerdo en la cifra que se llevará cuando cruce la puerta para no volver. Abogados y asesores financieros están estudiando su contrato, buscando alguna cláusula o tecnicismo para bajar la cifra cercana a los 130 millones de dólares, que Horner podría obtener en concepto de indemnización.
Y si bien Horner lleva las de ganar en el aspecto financiero, Red Bull intentará retenerlo lo suficiente, para obligarlo a negociar, ya que mientras no se resuelva, se demorará el periodo de gardening y no podrá sumarse a otro proyecto en la F1. El gardening, periodo entre la salida de un equipo y el ingreso a otro, en general es de 6 meses a 1 año, donde ambas partes firman un acuerdo de confidencialidad, para no revelar información sensible.

El último discurso en Red Bull
Christian Horner asistió por última vez a Milton Keynes como CEO de Red Bull, en la mañana del mismo 9 de julio en que el personal había sido notificado y dio un emotivo discurso frente a los empleados de planta.
“Operativamente ya no estaré involucrado ni con la empresa ni con el equipo y estaré fuera después de esta reunión. Entregaré el mando, pero seguiré siendo empleado de la empresa. Esto fue un shock para mí. En las últimas 12 horas reflexioné en pararme frente a Ustedes para agradecerles a cada uno todo lo que han dado en estos 20 años. Llegué aquí con menos canas, entré y fui recibido con los brazos abiertos… e inmediatamente nos pusimos a reconstruir dos edificios en mal estado y a construir lo que se convirtió en una potencia en la F1. Observar y ser parte de este equipo ha sido un privilegio en mi vida...” Se interrumpe el discurso, Horner con lágrimas ya no podía hablar y el equipo lo aplaude.
El futuro de Red Bull Racing ahora está en manos de Helmut Marko, Oliver Mintzlaff (CEO de la compañía Red Bull) y Laurent Mekies a quien Horner contrató para dirigir Racing Bulls, quien ocupará su cargo como jefe del equipo. Por su parte Max Verstappen y su entorno (principalmente Jos, su padre) permanecerán en el equipo, aunque son muy fuertes los rumores sobre su fichaje por Mercedes.
Por ahora Christian Horner debe resolver su situación contractual con Red Bull, que es bastante compleja y podría seguir bajo contrato hasta principios de 2026. Independientemente de las elucubraciones sobre su futuro, Horner ha sido uno de los gerenciadores más exitosos de la F1 por lo que ofertas no le faltarán.



