La selección argentina de básquet tachó de su lista otro de los objetivos cumplidos en este Mundial de China: la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin embargo, no hay límites para este grupo de talentosos y soñadores que son liderados por el inoxidable capitán, Luis Scola. Se vienen los cuartos de final (martes a las 8AM) ante Serbia, uno de los grandes candidatos.
El equipo de Sergio Hernández es uno de los cuatro invictos del torneo junto con Estados Unidos, España y Australia y viene cumpliendo una tarea defensiva loable, uno de los ítems que el DT había pedido mejorar en la gira previa rumbo a China. A excepción de Nigeria (94-81), ningún rival pudo anotarle más de 70 puntos. Patricio Garino es uno de los responsables en este rubro con diez robos de balón y cinco tapas en el torneo. El nacido en Mar del Plata es el indicado para ponerse cara a cara con el jugador rival más desequilibrante y cumple con creces.
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Enfrente estará un equipo que tuvo una sorprendente y deslucida actuación ante España, con quien perdió 81-69 después de tres cuartos para el olvido y la expulsión por protestas de su estrella, Nikola Jokic. Los serbios vienen de disputar la última final olímpica y mundial (derrotas ante Estados Unidos), tienen recursos de sobra en ataque encabezados por Bogdan Bogdanovic (20.6 puntos) y un plantel de gigantes con Marjanovic (2.22 metros), Raduljica (2.13), Milutinov (2.13) y Bjelica (2.10). Argentina deberá desdoblar esfuerzos para cuidar su tablero ante la prominente estatura de su rival.
En la antesala del duelo eliminatorio, Serbia aparece como favorito en las estadísticas y supera a la Argentina en varios rubros como en puntos anotados, asistencias y porcentajes en lanzamientos de campo, triples y libres. Pero todos estos números, que son analizados al detalle por el staff técnico de ambos conjuntos, quedarán de lado cuando la pelota naranja esté en el aire.
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La ilusión argentina tiene bases sólidas. Scola es el hombre que aporta experiencia, temple y calidad. Es el máximo anotador del equipo y el que mejor puede acompañar en la zona pintada al pivote Marcos Delía, quien viene creciendo partido a partido y tendrá una misión durísima contra los gigantes de Serbia. Facundo Campazzo es uno de los mejores bases del torneo, asiste, defiende y lidera al equipo. Es el termómetro y puede jugar junto a Nicolás Laprovíttola para darle mayor dinámica al ataque. En el perímetro también hay crédito con Garino, Brussino y Vildoza y, en la primera rotación, Gabriel Deck es la rueda de auxilio para correr la cancha y anotar.
¿Se puede dar el batacazo? ¿Podrá Argentina forzar a Serbia a tener otro opaco partido, como ante España? ¿Se podrá contener a los gigantes serbios? ¿Brillarán otra vez Scola y Campazzo? Preguntas que comenzarán a develarse en algunas horas. Pero duerma tranquilo, que El Alma promete dejarlo todo, como siempre.
Por Federico Henault