Con la capacidad de oratoria para narrar historias que lo caracteriza y lo distingue dentro del boxeo, Sergio "Maravilla" Martínez graficó de gran manera lo que significan "los amigos del campeón", una frase que parece hecha pero que el quilmeño la vivió en carne propia y la anécdota que recordó en Podemos Hablar no tiene desperdicio, comparando la cantidad de llamados que recibió a su teléfono personal el día que venció a Julio César Chávez Junior en una pelea tan épica como recordada y la noche que perdió con Miguel Cotto en su último combate como profesional, al menos por ahora.
"Eso me marcó muchísimo, lo bueno fue que no me sorprendió. Quizá por la edad que tenía, ya a los 37 años era un hombre. Cuando le gané a Chávez a las 6 de la mañana apagué el teléfono y a las 10 lo encendí y en esas cuatro horas tenía 1060 llamadas. Y cuando perdí con Cotto hice más o menos lo mismo y cuando lo prendí tenía cuatro llamados, y tres eran de mi madre. A mí me encantó, porque se pone todo en su sitio. Fue como pasar el colador y se fueron todos los que no tenían que estar", contó Maravilla la enseñanza que le dejó ese contraste.
A los 45 años, Martínez se prepara en Madrid para su regreso al boxeo profesional después de seis sin pelear. Si bien estaba previsto para junio con rival a confirmar, ya es un hecho que la pandemia demorará su vuelta al menos unos meses más.
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