Nelson Vivas dejó de ser el entrenador de Quilmes y se despidió de sus jugadores luego de confirmar que su salida no tuvo nada que ver con los resultados deportivos y que su ciclo terminó tras una reunión que mantuvo con el presidente del club, Aníbal Fernández.
Vivas, quien había reaccionado de mala manera al pegarle una trompada a un hincha tras el empate entre Quilmes y Atlético de Rafaela y esa actitud provocó el malestar en la comisión directiva cervecera. "No puede cometer errores de esa naturaleza", había dicho el presidente.
"El vino a verme y es consciente que metió la pata", dijo Fernández al mediodía, admitiendo que Vivas presentó la renuncia. Sin embargo, horas más tarde, el entrenador no especificó si fue decisión suya o del propio dirigente su salida de la institución.
"El entiende que es una situación incómoda, estamos todos metidos para terminar con el tema de la violencia y no puede cometer errores de esta naturaleza", sostuvo Fernández por radio La Red en referencia a la agresión al hincha.
Si bien dijo no conocer al socio que fue a increpar a Vivas, Aníbal admitió que "haber puteado" miles de veces en la cancha pero no puede haber reacción por ello. "Para el técnico o el político o el policía del cuerpo de Infantería, la puteada es parte del oficio y si nos vamos a sacar la cadena cada vez que nos putean es no tener temple", dijo, cuestionando claramente al entrenador.
Fuente: DyN
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