Johan Cruyff será recordado eternamente como uno de los mejores futbolistas de la historia, al igual que la Holanda que él lideraba como una de las grandes selecciones de todos los tiempos, incluso aunque no haya podido coronar ese juego vistoso con un título.
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El Mundial 1974 quedó en manos de Alemania, pero el buen fútbol de la Naranja Mecánica quedó en la memoria de todos los amantes del deporte como uno de los grandes equipos.
El 26 de junio de 1974, en Gelsenkirchen, Argentina y Holanda se vieron las caras por la segunda fase del Mundial de Alemania y ese partido será difícil de olvidar tanto para unos como para otros. Los europeos golearon por 4-0 a la Selección, con una magistral actuación de Cruyff, autor de dos goles y abanderado de cada ataque.
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La particularidad de ese partido es que los capitanes fueron Cruyff por el lado de Holanda y Roberto Perfumo, por Argentina, dos glorias del fútbol que se fueron en muy poco tiempo y serán irreemplazables.
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