El partido entre Gimnástica Segoviana y Sociedad Deportiva Ponferradina por Grupo I de la Segunda división B del fútbol español tomó notoriedad mundial por el insólito y polémico final, producto del pitazo del árbitro en el momento menos oportuno, justo cuando la pelota estaba por ingresar al arco para romper el cero.
Si bien reglamentariamente la única jugada que debe concluirse sí o sí una vez cumplido el tiempo es el penal, y en este caso ya habían pasado 17 segundos de los tres minutos que había adicionado el árbitro, no es recomendable terminar el partido con un futbolista mano a mano con el arquero a punto de definir.
Justo cuando el jugador de Ponferradina metía el 1-0 llegó el final y la bronca y reclamo del equipo perjudicado que no podían entender la decisión.
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