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Desde su llegada, Esteban Andrada se transformó en el dueño indiscutible del arco de Boca a fuerza de grandes actuaciones que incluso significaron para el mendocino ser convocado a la Selección Argentina.
Quizá su única mancha (por llamarla de alguna manera porque tampoco tuvo un mal partido) fue la final de Madrid, donde quedó muy marcado por ir a cabecear sobre el final y permitió la contra letal que terminó con el ya legendario gol del Pity Martínez.
En su regreso al Monumental por primera vez desde aquella final que marcó un antes y un después en la historia de los Superclásicos, los hinchas de River le dedicaron varias canciones al arquero durante la entrada en calor.
IP
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