Alberto Fernádez ofreció una extensa y distinta entrevista donde mostró su costado más futbolero y se remontó a su juventud cuando se hizo hincha de Argentinos Juniors, fue testigo de los primeros pasos de Diego Maradona, gozó con el equipo que se consagró campeón de América en 1985 y se enorgulleció de la cantera inagotable del conjunto de La Paternal pero sin embargo, aseguró que el día que recuerda con más felicidad fue cuando el Bicho se salvó del descenso en un mano a mano con San Lorenzo en 1981 que significó el descenso de un club grande por primera vez en la historia.
Aquel 15 de agosto, San Lorenzo se enfrentaba a Argentinos por la última fecha del torneo Metropolitano en cancha de Ferro. La igualdad sería la salvación para el conjunto azulgrana pero el triunfo fue para el Bicho por 1-0 y el Presidente que por ese entonces era un joven de 22 años fue testigo, y de alguna manera protagonista, de aquella agónica definición, sufrida desde todo punto de vista.
"Ese día era el único hincha de Argentinos Juniors, eran todos de San Lorenzo y estaba harto de las cosas que gritaban en el partido de Tercera. En un momento, el lateral derecho de Argentinos le hace un caño a un jugador de San Lorenzo y yo ya estaba tan molesto que grité 'vamos pibe, andá mostrándoles lo que les va a pasar en el partido de Primera'. Se me vinieron al humo todos y la policía me rescató y me dijo 'andate de acá pibe que te van a matar' y me llevaron a la platea de enfrente y tuve que ver todo el partido en silencio. Estaba ahogado de emoción pero no podía hacer nada porque corría riesgo mi vida. Cuando terminó el partido me descolgué y salté al campo de juego. Se van a enojar mucho los hinchas de San Lorenzo pero entiéndanme, para mí ese fue un momento glorioso. No es que me esté riendo de ellos pero es el momento que recuerdo con más alegría", recordó Alberto en diálogo con Angela Lerena por TNT Sports.
"Ese día descendió San Lorenzo con lo cual uno que era hincha de un equipo chico sentía la venganza de los chicos contra los grandes. Fue la primera vez que un grande descendió. Ese día me metí en la cancha para festejar, mirá la alegría que tenía", agregó el máximo mandatario.