En la Primera División del fútbol de Alemania se vivió una situación ejemplar y a la vez surrealista en el partido que el líder de la Bundesliga, Bayern Munich, goleaba 6-0 al Hoffenheim como visitante. Los jugadores de ambos equipos acordaron pasarse la pelota entre sí, sin atacarse, en señal de protesta después de que barras del gigante bávaro mostraran una bandera con agravios contra el propietario del equipo local.
Hinchas radicalizados del Bayern Munich sacaron una pancarta calificando de 'hijo de puta' al dueño del Hoffenheim, el millonario Dietmar Hopp, habitual blanco en el fútbol alemán por su forma de gestionar el club.
Lo nunca visto: Hoffenheim y Bayern deciden jugar los 15 minutos que faltan... pero pasándose el balón entre ellos a modo de denuncia por lo sucedido. #LaCasaDelFútbol https://t.co/9guzORu3EP pic.twitter.com/8bLXZ5GhOG
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) February 29, 2020
El árbitro paró el partido durante unos cinco minutos y varios miembros del plantel del campeón alemán, junto con el entrenador Hansi Flick, el director deportivo Hasan Salhiamidzic y la leyenda del arco Oliver Kahn, corrieron hacia su propia hinchada para pedir que retiraran el mensaje.
A continuación, tras reanudarse el encuentro, con el rotundo 6-0 en el marcador, los jugadores de ambos equipos se dedicaron a pasarse la pelota entre ellos durante los últimos 13 minutos. Mientras que en el palco Hopp y Karl-Heinz Rummenigge, director general del Bayern, aplaudían de pie.
El partido finalizó con aplausos de los jugadores y de los 30.000 espectadores presentes en el Shinsheim Arena. Los dos directivos se unieron a los futbolistas en el césped para agradecer a los presentes la reacción ante los barras.
Hace unos días, el Borussia Dortmund fue sancionado, debido a que su hinchada desplegó una bandera en su célebre 'Muro Amarillo' en la que se representaba a Hopp en el centro. Como castigo en las dos próximas temporadas no podrá llevar seguidores en sus desplazamientos a Hoffenheim.
Fuente: AFP