Cuando Lionel Messi empezó a entrenar con la primera división del Barcelona, allá por 2004, los extranjeros del Culé no conocían a ese argentino que deslumbraba en el fillial. Aquellos jugadores formados en La Masía sí habían oído hablar de él.
El lateral brasileño Juliano Haus Belletti recordó una práctica del equipo dirigido por el holandés Frank Rijkaard, una de las primeras sesiones del rosarino con los profesionales del Blaugrana.
"Cuando Messi salió del equipo B, Frank Rijkaard lo puso junto a nosotros en un 11 contra 11 en campo reducido. Él estaba entre los suplentes y yo era titular. Iniesta me lo señaló y me preguntó si lo conocía. Le dije que no y me advirtió: 'Cuidado, eh", contó en una entrevista con ESPN.
"En la primera pelota que recibió Messi, ya pensé: '¡Maldición, es una atrevido este chico!' ¡Tenía 16 años! Luego, cuando me preparé para marcarlo y robarle la pelota, él ya había pasado y anotado el gol. Me pasó por arriba", agregó.
Belletti pasó a la historia por haber convertido el 2 a 1 definitivo con que Barcelona le ganó a Arsenal la final de la Champions League 2006, un partido disputado en Stade de France.
"Un vestuario como el del Barça intimida a cualquiera, pero los brasileños lo vieron y lo llevaron. Siempre jugaron con él, le hablaron y lo cargaron, pero en el buen sentido. Y Messi lo reconoce, se puede ver porque siempre lo dice en las entrevistas. Esta aceptación de los brasileños ayudó mucho", cerró.
AM