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El coronavirus paralizó al fútbol en todas partes del Mundo, menos en Argentina. Este fin de semana comienza la Copa de la Superliga, a pesar de que los clubes se niegan a jugar.
Este es el caso de Boca. Los dirigentes Xeneizes reclaman la suspensión. El secretario general de Fútbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi, confirmó este viernes que el fútbol argentino no para. Por eso, el sábado ante Godoy Cruz, los dirigidos por Miguel Ángel Russo jugarán bajo protesta.
Aunque el partido con el Tomba es a puerta cerradas, el riesgo es latente. Por eso Boca decidió que sus jugadores no saludarán a los hinchas mendocinos que vayan a recibirlos a la puerta del hotel.