El defensor mexicano Antonio Briseño recordó la final de la Copa Libertadores 2015 entre River y Tigres de Monterrey, disputada el 5 de agosto de aquel año en el estadio Monumental: "El arbitraje no fue normal".
Briseño, ex jugador de Tigres y actualmente en Chivas de Guadalajara, puso el foco en una jugada que involucra a Guido Pizarro, el argentino que defendía los colores del equipo mexicano. Lucas Alario le pegó una patada a Pizarro que merecía la roja. Pero el árbitro uruguayo Darío Ubríaco le mostró la tarjeta amarilla.
"Esa patada. Nosotros supimos que el arbitraje no era normal cuando te pegan esa patada y te inclinan la cancha así. No porque el árbitro tenga algo a favor de alguien, sino por la presión del estadio. Tu marcas una falta y nadie dice nada, pero si marcas una en contra, te putean y te afecta en la cabeza", dijo en un vivo de Instagram con el periodista mexicano Ignacio Rivarola.
"El gol que nos mató fue el de Funes Mori. Nosotros veníamos mucho de atrás, Tigres nunca se daba por vencido. Recuperábamos, remontábamos... Siempre fue un equipo con mucha resiliencia. Pero cuando nos metieron el 3-0, ya no había chances", agregó Briseño.
Esa noche, el equipo de Marcelo Gallardo levantó la Copa Libertadores ante su gente. River volvía a ganar el trofeo más prestigioso de Sudamérica luego de 19 años. El ciclo del Muñeco sumaría una segunda estrella tres años más tarde, en Madrid contra Boca.
AM