El 30 de mayo pasado, un hallazgo inesperado sacudió al barrio de Coghlan: se encontraron restos humanos en el terreno lindero a una casa en la que vivió Gustavo Cerati entre 2001 y 2003.
Esta semana, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó que los restos pertenecen a Diego Fernández Lima, un adolescente de 16 años que había desaparecido el 26 de julio de 1984.
Diego era futbolista del Club Atlético Excursionistas y también asistía a la Escuela Nacional de Educación Técnica N°36. La causa de su muerte fue una puñalada, y luego su cuerpo fue enterrado clandestinamente. Tras casi 41 años, se comprobó su identidad gracias al trabajo del EAAF.
El mensaje de Excursionistas
“El Club Atlético Excursionistas expresa su estupor y tristeza por las noticias acerca de Diego Fernández Lima, quien fuera futbolista de nuestra institución al momento de su desaparición. Enviamos nuestras condolencias y un fuerte abrazo a toda su familia y deseamos que su alma finalmente pueda descansar en paz", manifestó el club de Bajo Belgrano a través de sus redes sociales.

El caso de Diego Fernández Lima
En 1986, dos años después de la desaparición, el padre de Diego expresó su indignación en una entrevista con la revista ¡Esto!: “La Policía dice que tiene tres mil casos iguales. Y fíjese qué absurdo: desde el primer momento lo caratularon ‘fuga de hogar’. Yo protesté y ¿sabe qué me dijeron? Que así estaban impresos los formularios. Me negué a eso, pero como si nada. ¿Qué quiere que investiguen si ya dan por sentado que él se fue, no que me lo robaron?”.
El caso de Diego Fernández Lima se suma a la larga lista de desapariciones impunes de la década del ’80, muchas de las cuales fueron archivadas como simples fugas de hogar sin investigación real. Su identificación, más de cuatro décadas después, representa una dolorosa verdad para su familia y una nueva deuda saldada por el trabajo incansable del EAAF.
BP



