Luego de que Lionel Messi saliera a desmentir rumores periodísticos en torno a su posible salida del Barcelona, en el club catalán se vive un momento político tenso que dejó como consecuencia la renuncia de seis directivos de la junta que preside Josep María Bartomeu y una declaración del ahora ex vicepresidente, Emili Rousaud, que sugiere que hubo casos de corrupción en la institución blaugrana.
El hecho puntual que desató la masiva dimisión de dirigentes fue el conocido Barçagate, que fue la utilización de la empresa I3Ventures para supuestamente influir en las redes sociales del club para desprestigiar a oponentes de la junta directiva y mejorar la imagen de esta.
La radio Cadena Ser había informado entonces que el FC Barcelona habría pagado un millón de euros por esos servicios, que se habrían dividido en diversos pagos para evitar controles financieros internos. "Si los auditores nos dicen que el costo de estos servicios es de 100.000 euros y hemos pagado un millón, es que alguien ha metido la mano en la caja. No tengo pruebas y no puedo decir quién", dijo este viernes Rousaud en una entrevista con la radio Rac1.
El presidente Bartomeu anunció en aquel momento una auditoría interna para ver si había habido alguna irregularidad. "Este contrato se había dividido en trozos de 200.000 euros para no tener que pasar por la comisión de control", aseguró Rousaud en declaraciones que generaron un escándalo.
Rousaud era considerado el delfín de Bartomeu de cara a las próximas elecciones en el club previstas para 2021.
"Hemos llegado a este punto al no vernos capaces de revertir los criterios y las formas de gestión del club ante los importantes retos de futuro y, en especial, a partir del nuevo escenario post pandemia", afirmaron los directivos salientes, en una carta enviada a los socios del club.
Los firmantes de la misiva, entre los que también se encuentra el tesorero Enric Tombas, muestran su decepción especialmente por el caso conocido como 'Barçagate'.
AFP / FH
