martes 17 de septiembre del 2024
Interés general

Di María reveló detalles de las amenazas que recibió en Rosario: “Dejaron la cabeza de un chancho con una bala en la frente”

El ex delantero de la Selección Argentina se refirió a las amenazas que sufrió él y su familia antes de su frustrada llegada a Rosario Central.

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La ilusión de poder ver otra vez a Ángel Di María vistiendo la camiseta de Rosario Central quedó en el olvido luego de que el ex delantero de la Selección Argentina decidiera descartar esa posibilidad por las violentas amenazas que recibió su familia.

Luego de decidir quedarse en Europa para proteger a su familia, el bicampeón de la Copa América reveló detalles de las amenazas que sufrió, haciendo hincapié en un violento episodio que protagonizó y que hasta el momento no había comentado.

Dejaron una caja con una cabeza de chancho y una bala en la frente, con una nota que decía que, si volvía, la próxima cabeza sería la de mi hija Pía”, confesó Di María en diálogo con Rosario Tres. En ese contexto, el delantero aseguró: “Tenía todo listo para volver, pero las amenazas sobrepasaron todos los límites”.

Una de las violentas amenazas que recibió Di María.

En esa misma línea, el atacante del Benfica explicó: “Fue en la inmobiliaria de mi hermana, no salió a la luz porque mi hermana y mi cuñado se asustaron y no denunciaron”. Acto seguido, confirmó: “La decisión de no volver a Rosario Central la tomé yo después de la primera amenaza”.

Además, el histórico delantero del seleccionado argentino aseguró, que más allá de todo, su deseo de volver al Canalla nunca se había apagado. “Lo dije porque es lo que siempre quise y el sueño de siempre es querer volver a jugar en Central y retirarme con esta camiseta. Y es más que obvio que voy a seguir diciéndolo cada vez que me pregunten, porque es lo que siento y siempre soñé. Y era el momento justo después de decirle adiós a la Selección, pero no se dio”, indicó.

Las críticas que recibió por no volver a Rosario Central

Por otro lado, el Fideo se refirió a los comentarios en su contra por su frustrada al fútbol argentino: “A veces todo parece muy lindo hasta que pasan cosas como las que me pasaron a mí y a mi familia. Y me siento mal por no poder cumplir ese sueño, era algo que deseaba mucho, pero las amenazas fueron más fuertes y mi decisión siempre es basada en la tranquilidad y felicidad de mi familia. Hay muchísimos que entendieron la decisión que tomé, que fue por mi familia, no solo mis hijas y mi mujer, sino también mis papás y mis hermanas, porque ellos viven ahí. Los que no entienden es porque no se ponen un segundo en mi lugar, porque es fácil putear y maltratar por redes sociales sin ponerse en la piel del otro. No te olvides que antes del sueño de todos ellos, era y es mi sueño y el de mi familia volver a Rosario”.

A su vez, confirmó que su esposa Jorgelina Cardoso, junto a sus dos hijas Pia Mia tenían la misma intención que él. “Ellas eran las primeras que querían venir. Mi mujer estuvo todo el año metida a full para terminar y amueblar la casa, para hacer todo lo que es la mudanza, había anotado las nenas en la escuela, se encargó de todo para que yo no hiciera nada, y las nenas contaban los días para venir a vivir con sus abuelos. Nosotros cuatro fuimos los que más sufrimos, porque antes que sea el sueño de cualquier hincha era el mío, mi sueño, el de mi familia”, aseguró.

El esfuerzo de Rosario Central que no alcanzó

Por último, Di María confesó que a pesar de que ya tenía decidido no volver al club que lo vio nacer futbolísticamente por el contexto, desde la dirigencia hicieron lo imposibles para poder convencerlo.

“La decisión estuvo siempre tomada. Pero es obvio que desde el club quisieron e intentaron convencerme con mensajes y hablando con la persona que maneja mis cosas. Durante la Copa hablaron mucho con mi amigo y él les decía que no iba a decir nada hasta que termine la Copa, pero mi primer 'no' fue el 25 de marzo”, remarcó Di María.

Para concluir agregó: “Belloso siguió intentando. Pero no pasaba por algo económico o algo deportivo, era más que eso, eran amenazas a mi familia que superaron cualquier cosa. Solo ver el nombre de mi hija en un cartel y que en una caja manden lo que mandaron ya superaba cualquier cosa que pudiera hacer. Fueron meses horribles en donde solo pensábamos y llorábamos cada noche por no poder cumplir el sueño”.

JP

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