La improvisada Copa América en Brasil sigue generando tensión y cruces que van y vienen. Después de que la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) comunicará que apoyará a aquellos jugadores que se nieguen a jugar el torneo, la Conmebol salió a pedir que “se informen” sobre los protocolos sanitarios que se aplicarán.
Luego de la baja de Colombia (por el estallido social y la crisis política que se vive allí) y la de Argentina (por la crisis sanitaria), la Conmebol decidió –casi por descarte– que el torneo continental de selecciones se realice en Brasil, el país con el mayor número de muertes por Covid-19 –nominal y proporcional– de la región.
Eso motorizó críticas de dirigentes, técnicos y futbolistas. Uno de los espacios que más enfatizó en que el organismo no había pensado en la salud de los jugadores fue FIFPro, una organización internacional de futbolistas formada por 40 asociaciones nacionales y que tiene 38.000 miembros. El sindicato que representa a los futbolistas de todo el mundo.
El comunicado de FIFPro manifestó su posición: “FIFPro apoyará naturalmente a cada futbolista que decida rechazar la convocatoria y no participar en el torneo en base a sus preocupaciones respecto a salud y seguridad. Al igual que en otras competiciones de selecciones disputadas previamente durante la pandemia, los jugadores deben tener la posibilidad de priorizar su salud y la de sus familias sin temor a ser sancionados”.
La respuesta de Conmebol no tardó en llegar. Y lo que le dio más espesura política fue que tenía la firma de su presidente, Alejandro Domínguez: “Nos llama poderosamente la atención el contenido del comunicado (emitido por FIFPro), ya que salta a la vista que no se han tomado en consideración algunos puntos”.
Y agregó: "Nuestros protocolos han tenido 99% de efectividad. Somos la única confederación que ha logrado vacunas para todos sus futbolistas profesionales. Hemos adelantado premios de las competencias suspendidas por la pandemia a fin de garantizar la permanencia de los clubes y el trabajo de los asociados a FIFPro".
"Comprendemos que FIFPro, con sus oficinas en Holanda, debe tener poco conocimiento sobre el comportamiento en la región (...) pero consideramos una falta de respeto que siquiera se haya tomado el trabajo de consultar sobre los protocolos, estadísticas y consideraciones expuestas, y que aun así elabore y difunda comunicados sin basarse en datos e información objetiva", añadió el comunicado emitido desde la sede en las afueras de Asunción, Paraguay.
Finalmente expuso: "La Copa América será jugada sin público, en riguroso cumplimiento de protocolos sanitarios. Nos parece injusto y discriminatorio el trato recibido por parte de FIFPro, siendo que lo único que ha hecho la Conmebol durante esta pandemia es cuidar la salud de los jugadores y garantizarles su trabajo".
