Hace casi un año que el fútbol perdió el color de las tribunas. En todo el mundo los torneos se reanudaron luego del parate que generó el inicio de la pandemia de coronavirus, pero la vuelta no incluyó a los hinchas, que deben conformarse con ver los partidos por televisión o por teléfono.
Hubo banderazos de apoyo, festejos en las calles y marchas de protesta, pero ningún equipo pudo jugar aún con su gente en las gradas. Por esa razón, en Ecuador agudizaron el ingenio y lograron algo insólito: armar tribunas en los balcones y terrazas linderas a los estadios.
Ayudó, vale aclarar, que la mayoría de los estadios ecuatorianos tienen a su alrededor edificios en altura desde los cuáles se alcanza a ver perfectamente la cancha.
Entonces, solo hubo que intervenir algunos lugares con sillas y pequeñas tribunas para que los hinchas pudieran volver a ver y alentar a sus equipos en vivo y así revivir la experiencia de volver al estadio. O, en rigor, volver a metros del estadio.
La iniciativa la tomó Pilsener, la cerveza más vendida del país y el sponsor oficial de la liga ecuatoriana (denominada LigaPro), recientemente ganada por Barcelona. “Alentar desde casa no es lo mismo ni para los hinchas ni para sus equipos”, aseguraron.
La idea generó tanta aceptación que se replicó y se replicará en varias ciudades en las próximas semanas para que cada vez más hinchas disfruten y alienten a sus equipos en vivo. El problema lo tendrán los clubes cuyos estadios no tengan edificios cerca. Pero esa es otra cuestión.