Ante una pared de pantallas digna de la NASA, unos técnicos controlan las puertas, las comunicaciones a los espectadores y las imágenes de las 15.000 cámaras de los ocho estadios que acogerán el Mundial de fútbol del 20 de noviembre al 18 de diciembre en Catar.
Desde una fuga en los aseos a un problema de seguridad, todos los incidentes susceptibles de perturbar el normal desarrollo de la situación en los estadios serán gestionados de manera centralizada en un único lugar "por primera vez en la historia del Mundial", subraya el responsable tecnológico de este centro de control, Niyas Abdulrahiman.
"La idea de conectar todos los estadios (...) ha sido posible por la naturaleza compacta de este Mundial", con apenas 75 kilómetros de distancia entre los dos estadios más alejados entre sí, explica.
Los organizadores del primer Mundial en un país árabe invirtieron casi 6.000 millones de euros (6.149 millones de dólares) en construir siete estadios, renovar otro y dotar al evento de los campos de entrenamientos necesarios. Tienen también como objetivo que su centro de control se convierta a partir de ahora en una referencia para los principales eventos deportivos internacionales.
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— Copa Mundial FIFA 🏆 (@fifaworldcup_es) August 12, 2022
Con entre 1,2 y 1,4 millones de espectadores esperados en cuatro semanas en el pequeño emirato, un acceso menos restringido que en época normal a las bebidas alcohólicas (aunque las normas al respecto no han sido todavía precisadas) y hasta cuatro partidos por día durante la fase de grupos, el centro de mando situado en el complejo del estadio Khalifa de Doha tendrá un papel destacado.
Las multitudes que se esperan por las calles de Doha preocupan a las agencias de seguridad y se espera la llegada de refuerzos del extranjero durante el evento, entre ellos más de 3.000 agentes antidisturbios turcos.
Además de controlar el aire acondicionado y las aglomeraciones en las puertas de entrada, ese 'cuartel general' servirá para acoger a la policía en los días de partido y para ser el nexo de unión con el centro de mando de las fuerzas del orden.
Las alarmas se muestran de manera inmediata en las pantallas y la reacción puede ser por ello instantánea.
En caso de incidente, las personas que están frente a los monitores pueden "controlar las cosas, poner los otros estadios en diferentes niveles de alerta y tomar medidas simultáneas de precaución".
Fuente: AFP