jueves 05 de diciembre del 2024
Fútbol argentino

Nicolás Lamolina, sin piedad: "Al árbitro corrupto lo colgaría en Plaza de Mayo"

El árbitro de 37 años pidió el castigo más duro para sus colegas que acepten coimas aunque aseguró que no tiene certezas de que eso pase. Video.

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Nicolás Lamolina se refirió con mucha dureza a la corrupción en el arbitraje y aunque aclaró que no tiene certezas ni pruebas que incriminen a algún colega sugirió un castigo para quienes caigan en la tentación del aceptar un soborno que generó ruido en todos los portales de Argentina e incluso en el exterior: "Lo colgaría en Plaza de Mayo".

En una charla futbolera sin desperdicios con Te Dejo en Orsai, el colegiado de 37 años habló de todos los temas y no esquivó la pregunta sobre un asunto que pone la lupa históricamente sobre él y sus pares: "En todos los ámbitos lamentablemente existe. Me encantaría que exista algo que identifique quién sí y quién no y al que es corrupto lo colgaría en Plaza de Mayo porque por culpa de ese chanta yo muchas veces tengo que lidiar con muchas cosas porque la gente generaliza. Y también me gustaría para mí, para que vean cómo soy", explicó el hijo de otro histórico como Francisco Lamolina.

Convencido de sus valores y de su ética, Lamolina agregó: "No soy quién para juzgar y no tengo certezas. Si me entero que algún árbitro es corrupto, te aseguro y te lo firmo que soy el primero en colgarlo en Plaza de Mayo, porque por culpa de ese, todo el resto que viene detrás, y te puedo asegurar que es el 99,9 por ciento, que hace las cosas decentemente, con mucha honestidad y sacrificio, muchas veces es bastardeado, y no solo nosotros sino también nuestra familia. Porque uno entiende ciertas cosas y hasta por ahí hace caso omiso si me critica un periodista que no tiene valores pero sin embargo lo escucha mi señora o mis hijos y ahí sí ya no podés manejarlo porque los chicos van al colegio y nosotros trabajamos todos".

Incluso, contó cómo cambió su forma de pensar con el paso del tiempo ya que en algún momento de su carrera deseaba vivir una situación apremiante en este sentido para demostrar quién es realmente: "En mis inicios en el arbitraje pensaba 'ojalá que algún día me toque alguna situación que alguien venga a tratar de influenciarme y yo sacarlo corriendo', entonces van a decir Nicolás no toma partido de esas cosas. Sin embargo, con los años entendí que es mejor que no te pase. Y seguramente en el ambiente del fútbol que es reducido, saben con quién acceder y con quién no y gracias a Dios nunca tuve que pasar por ese mal momento. No hay nada peor para un árbitro que no tener libertad a la hora de dirigir y sentirse presionado. Nunca me pasó y espero que nunca me pase", concluyó.

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