Barcelona es sinónimo de juego asociado y buen fútbol en el mundo y a lo largo de gran parte de su historia pero el tiempo pasa para todos y los jugadores son tan importantes como la idea y en ese sentido es difícil (por no decir imposible) encontrar reemplazantes para Xavi y Andrés Iniesta como lo será cuando Lionel Messi ya no esté y en ese sentido Gerardo Martino opinó al respecto y sus declaraciones hicieron ruido.
"Yo me preguntaría si en los últimos años después de Tito Vilanova, y sobre todo después de la salida de Xavi e Iniesta, si el ADN del Barcelona se sigue representando tan fielmente. Yo soy más de la idea que en función de la imposibilidad de repetir jugadores de esa capacidad individual, tuvo que encontrar otra alternativa de futbolistas y sobre todo en este caso de volantes. Hoy por hoy, Vidal es el corazón del equipo por su jerarquía pero también por lo que se entrega", destacó el Tata en diálogo con el canal chileno CDF, quien pasó por el club catalán sin éxito en la temporada 2013-2014.
El actual DT de la selección de México reveló que tiene debilidad por el chileno y que le hubiera gustado tenerlo en su etapa en España pero también al señalarlo como el corazón del equipo, por sus características diferentes a los dueños del mediocampo durante más de una década, hizo hincapié en la pérdida de identidad.
Más allá de marcar la importancia de Vidal, el Tata no ahorró en elogios para Lionel Messi: "Las cabezas como las de Messi son muy pocas en la historia del fútbol. Futbolistas que han estado en la élite año tras año y han ido superándose evidentemente no han sido muchos y eso los hace números uno. Barcelona mismo no te permite relajarte de una temporada a la otra, con lo cual él como líder de su equipo lo que da es muestras de su importancia y de cómo afronta la competencia. No es raro porque es algo que viene pasando hace 15 años. Esta temporada debe haber sido de las pocas que no llegó a los 30 goles".
El DT de 57 años se refirió a su paso por la Selección Argentina y confesó que se quedó con ganas de dirigir en el Mundial pero que el caos dirigencial que atravesaba la AFA allá por 2016 no le dejó otra opción que dar un paso al costado: "Yo sabía que iba a un lugar que estaba complicado pero que desde lo futbolístico me seducía mucho. Y pensé que desde ese lugar íbamos a poder suplantar la parte dirigencial. Y yo siempre decía el que venga después que yo va a agarrar en un buen momento pero me equivoqué, pasaron dos entrenadores más y el mejor momento es ahora en cuanto al reordenamiento y lo prolijo que está el trabajo en selecciones juveniles y donde de alguna manera se ha empezado a gestar un recambio lógico".
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