Tras la eliminación del Inter ante Fluminense en el Mundial de Clubes, una fuerte interna salió a la luz. El capitán, Lautaro Martínez, fue contundente en sus declaraciones postpartido: “El que no quiera quedarse, que se vaya. Hay que querer estar acá”. Aunque no mencionó nombres, desde el club interpretaron que el mensaje iba dirigido a Hakan Calhanoglu, ausente en el torneo por una lesión, entre otros jugadores.
El mediocampista turco no tardó en contestar a través de sus redes sociales. Negó que su baja se debiera a desinterés y explicó que no pudo jugar por una lesión muscular sufrida durante la pretemporada en Estados Unidos. Además, aseguró: “Nunca he traicionado al Inter. Siempre rechacé ofertas importantes por quedarme. Amo este club”. La polémica creció cuando la esposa de Calhanoglu publicó un mensaje indirecto: “Algunos no son leales a vos, sino a la necesidad que tienen de vos”, en clara defensa del futbolista.
Desde la dirigencia, Beppe Marotta reconoció que no hay pedido formal de salida, pero dejó abierta la posibilidad: “Si un jugador no quiere seguir, lo hablaremos”. El conflicto expuso tensiones internas en el plantel y dejó en evidencia una fisura que puede afectar el futuro del equipo, justo cuando inicia una nueva etapa tras la salida del DT Simone Inzaghi.
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