Infernal. Emotivo. Histórico. Esos y otros calificativos se agolpan para definir el increíble 5-4 que logró Independiente en La Bombonera contra Boca. Un resultado absolutamente impensado antes del encuentro teniendo en cuenta los antecedentes del Rojo, que llegaba último y de hecho sigue en esa posición. Pero que se las arregló para conseguir un triunfo memorable en un partidazo.
El equipo de Avellaneda sorprendió a los 37 segundos con un gol de Patricio Vidal y aumentó ya a los 6 minutos mediante un tiro libre de Osmar Ferreyra. Luego de descontar Boca por medio de Facundo Roncaglia, Ernesto Farías puso el 3-1, pero Boca reaccionó y tras descontar en el final del primer tiempo lo dio vuelta en el segundo con tantos de Roncaglia nuevamente y Pablo Ledesma.
Parecía que el Xeneize conseguiría un gran triunfo y alargaría su prolongado invicto en el certamen local, pero en el final el Tecla Farías -quien aún no había marcado un solo tanto para los de Avellaneda- volvió a anotarse con otros dos goles, el último sobre el epílogo y tras picar la pelota por encima de la salida de Agustín Orion.
En el arranque estuvo muy claro que Independiente superaba a Boca en la actitud para ganar las pelotas divididas, con Patricio Rodríguez muy activo y Vidal desmarcándose bien para aprovechar los graves errores del fondo local.
El Xeneize estaba atado en el campo pero su primera llegada también fue gol a los 12 minutos, ya que, después de un tiro libre de Riquelme, la pelota le quedó a Rolando Schiavi, quien remató desviado, pero en el camino Facundo Roncaglia de cabeza corrigió y descontó.
A partir de ese tanto vino el mejor momento del local, con muy buena participación de Riquelme, mientras que Independiente retrocedió demasiado. No dio frutos porque el paraguayo Orlando Gaona Lugo no encontró medida para los centros y el uruguayo Santiago Silva estuvo bien tomado por los marcadores.
A los 32, Ferreyra ejecutó un tiro libre, esta vez desde la izquierda en forma de centro, y Farías en palomita y anticipándose a Matías Caruzzo marcó el tercero para la visita, que convirtió en todas sus llegadas de la primera etapa.
Boca perdió precisión con la pelota en ofensiva, pero en el minuto 45 volvió a descontar y otra vez tras una pifia. En este caso de Juan Sanchez Miño, cuya mala definición no impidió que Riquelme tomara la pelota y rematara al arco un tiro que tampoco hubiera entrado de no aparecer en su camino Osmar Ferreyra, quien intentando despejar no hizo más que meterla.
El equipo de Falcioni comenzó la segunda parte como dominador y sobre los 6 minutos llegó el empate. Hubo un tiro libre que Riquelme ejecutó desde la izquierda, peinó Silva, salió mal el arquero Diego Rodríguez y tras un rebote en el poste Roncaglia la mandó a la red.
Independiente parecía al borde del nocaut y todo era de Boca, que de todas maneras bajó el ritmo. Sin embargo, pasó a ganarlo con otra jugada que armó Riquelme con un notable pase para Sánchez Miño, cuyo centro fue cabeceado por Pablo Ledesma para poner el 4-3.
El trámite parecía liquidado porque no se veía reacción en Independiente, que ni siquiera se aproximaba al área rival. Sin embargo, a los 44, otro tiro libre de Ferreyra, fundamental en el manejo de la pelota detenida, fue bajado por Eduardo Tuzzio dentro del área y apareció Farías para fijar el empate.
Ya en el quinto minuto del tiempo agregado y segundos después de que Silva se perdiera un gol increíblemente solo debajo del arco, Farías recibió un pelotazo largo de Julián Velázquez, le ganó a Schiavi, quedó frente a Orion y definió tocándosela por arriba para ponerle el broche de oro a una excelente actuación individual, y darle a Indepediente un triunfo sin dudas inolvidable.