“Me dio bronca que no haya jugado. Con él podríamos haber ganado la serie”, apuntó Paula después del partido. Otro espectador que siguió al equipo argentino los tres días de competencia también lamentó la baja de Juan Martín del Potro del cuarto punto de la semifinal de la Copa Davis y fue más allá: “Esto con Nalbandian no pasaba. Él jugaba igual”. Algunos más soltaron algún que otro insulto, más que nada referido a un supuesto miedo del jugador de Tandil. Sin embargo, no todos fueron reproches luego del partido: “Vino lesionado, y jugó hasta donde pudo. Ya bastante que nos dio el primer y único punto”, disparó Juan Carlos.
Un rato antes, dentro del estadio Mary Terán de Weiss y mientras Carlos Belocq batallaba contra el checo Tomas Berdych, el público enfocó todas sus fuerzas en apoyar a Charly: varias veces el estadio estalló ante las jugadas del argentino. El punto de mayor fervor fue cuando por fin, luego de diez oportunidades desaprovechadas, pudo quebrar el saque del seis del mundo en el tercer set. Fue justamente en ese parcial cuando algunos gritos contra Del Potro se escucharon en el estadio. El reproche: haberse bajado del cuarto punto.
Juan Martín no estuvo ayer para dar la noticia de su baja, pero hoy sí se mostró junto al equipo argentino. Llegó antes del comienzo del juego y si bien charló con sus compañeros, se lo notó apagado. En ningún momento se levantó para festejar, como sus compañeros, algún punto importante de Berlocq, aunque aplaudió las mejores jugadas del tenista de Chascomús. Cuando la derrota se convirtió en un hecho y Berlocq se acercó a saludar al resto del equipo, Juan Martín, el último de la fila, lo consoló con un abrazo. El público, como durante las dos horas y cuarenta y cinco minutos que duró el juego, se dedicó a mostrarle su apoyo a Berlocq. Sin embargo, cuando Del Potro se retiraba del estadio lo hizo bajo una mezcla de aplausos y silbidos. La relación del tandilense con el público argentino parece haberse resquebrajado otra vez.