miércoles 18 de diciembre del 2024

Balearon el estadio de Rosario Central

Dos hombres que circulaban en moto realizaron disparos contra una de las puertas del Gigante de Arroyito. El martes hubo pintadas contra el plantel.

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Al menos dos hombres que circulaban en moto balearon anoche el estadio de Rosario Central en un nuevo episodio violento que sufrió la institución.

Aproximadamente a las 23.30 del jueves, dos proyectiles calibre 38, según las primeras pericias policiales, impactaron contra la puerta 7 ubicada sobre el boulevard Avellaneda.

Los balazos pegaron contra los pilares de la puerta que está situado al lado del portón por donde ingresan los micros que transportan a los distintos planteles hasta la zona de vestuarios.

Según las primeras informaciones, una garita cercana a ese sector del estadio también recibió impactos de bala, aunque la policía deslizó que sólo fueron piedrazos.

El primero en llegar al lugar de los hechos, que comenzaron a ser investigados por personal de la comisaría 9° con jurisdicción en la zona, fue Hernán Brest, jefe inspector de la zona, quien confirmó que se trató de dos disparos de arma de fuego.

Fuentes del club rosarino sostuvieron que en las próximas horas se revisarán las cámaras de seguridad con las que cuenta el estadio.

Según publicó el diario La Capital de Rosario, una testigo que cenaba en un restaurant cercano relató que "el guardia de la garita decía que (los que efectuaron los disparos) habían sido dos personas que pasaban en una moto negra".

El presente del equipo dirigido por Miguel Angel Russo en el torneo Inicial, en el que marcha antepenúltimo con sólo dos victorias y cinco derrotas, fue el detonante para que sus simpatizantes manifestaran su descontento, aunque de un modo bastante violento.

Es que el pasado martes, los futbolistas de Central fueron amenazados de muerte a través de una pintada anónima en las cercanías del estadio Gigante de Arroyito"Jugadores mercenarios. Central vale más que sus vidas. Ganen el clásico o muerte", advirtieron en el mensajes intimidatorio escritos en la esquina de Cordiviola y el Paseo Ribereño.

Fuente: DyN