viernes 29 de marzo del 2024
Un deporte en expansión

El desarrollo del rugby femenino en América Latina: "Quereme para ganar, no me quieras cuando gano"

El deporte de la pelota ovalada ha dejado de ser exclusivamente para hombres. El testimonio de jugadoras de todo el continente.

La pelota ovalada ha dejado de pertenecer solo de hombres y hoy cada vez más mujeres en América Latina practican rugby a nivel profesional, preocupándose por su desarrollo e incentivo. Cinco mujeres reconocidas dentro del deporte analizan su situación.

Antonella Reding, es de la localidad entrerriana de Villaguay, ha sido jugadora de rugby del seleccionado argentino y actualmente posee un contrato con el club Getxo Rugby Taldea, de la ciudad de Guecho, España. Es un ejemplo para muchas niñas de que se puede llegar lejos en esta actividad deportiva.

“En Argentina siempre jugué seven y en Europa se juega rugby 15.  Fue todo nuevo para mi, las posiciones son diferentes. Sentía que iba muy acelerada en la cancha pero con el tiempo fui aprendiendo a esperar y a armar jugadas en diferentes sectores”, explicó Reding, quien recibió la propuesta para jugar en septiembre de 2020, en plena pandemia. La idea de su llegada al equipo era lograr clasificar a la Liga de Honor, a partir de un playoff que se jugó en noviembre y del cual el equipo vasco salió primero.

Antonella Reding

Para la jugadora argentina, en España el rugby femenino es más aceptado, y actualmente siendo entrenadora de las inferiores del club ve que hay niñas de entre 7 y 8 años que se animan a practicarlo, “Si bien, no son muchas, son bastantes nenas para lo que uno está acostumbrado a ver en esa edad en Argentina”. 

Comparando las realidades del juego entre España y Argentina Reding analiza que la principal diferencia se encuentra “en el desarrollo”. “Acá ya está instalado el rugby femenino y en Argentina recién arranca. Seguramente siguen existiendo machistas que creen que este deporte es solo para hombres, pero cada día se va mejorando la comunicación del rugby femenino para desmitificar este pensamiento. Y esto también nos hace mejores como unión”, analiza. 

La actualidad del rugby femenino en América Latina

Pero el rugby femenino ha comenzado a ser un boom en toda América Latina. En Paraguay “Las Yacarés”, en noviembre de 2020 fueron premiadas con medalla de plata en el torneo Valentín Martinez disputado en Uruguay. 

Lucero Viveros, capitana del equipo paraguayo, es de las mujeres con mayor trayectoria, habiendo sido jugadora en Francia durante dos temporadas. "El rugby fue un deporte que siempre me llamó la atención. Recuerdo que en el mundial del 2011 yo estaba en Estados Unidos y solía despertarme a la madrugada para ver los partidos. Pero no tenía ni idea de que existía el rugby femenino”, relató Viveros, quien a su regreso de una beca para jugar fútbol en los Estados Unidos, lo dejó todo para practicar rugby profesionalmente. 

Rugby femenino

A partir de la última victoria del equipo paraguayo es que la Secretaría de Deportes comenzó a brindar aportes para su desarrollo. “Es algo que se debería haber hecho hace varios años atrás”, criticó Viveros y agregó, “con mi camada empezamos en una cancha donde ni siquiera había pasto, teníamos que tomar agua de la canilla. Hoy en día estamos jugando en un estadio, salís y encontrás agua mineral en una botella. Pero creo que esto es lo normal, no tendríamos que haberlo esperado tanto. Hay una frase que yo siempre utilizo, y aún más desde que el año pasado cuando pudimos posicionarnos como segundas en Sudamérica, que es,'quereme para ganar, no me quieras cuando gano'” .

Esta problemática de falta de incentivo al rugby femenino ocurre en toda la región por tratarse de un deporte amateur, donde la atención se encuentra acaparada por los hombres. Michelle Flores Cordero, es rugbier de la selección peruana, premiada como Mejor Jugadora Sudamericana de Rugby en 2020.

“Aquí no llegamos ni a quince clubes en todo el país, hablando solo de femenino. En masculino quizá haya unos diez. Estamos en desarrollo, pero lo que más nos sirvió fueron los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde se hizo un poco más conocido el deporte, la gente hablaba de él y los padres comenzaron a mandar a sus hijos a los cursos de verano”, explicó sobre la problemática Cordero.

Rugby femenino

Una de las grandes diferencias de este deporte en Perú es que no se lo considera un deporte caro o de élite. "El rugby es accesible, hay muchas páginas de rugby  donde se está moviendo la publicidad de los clubes y se hacen scoutings para niños. Si no tienes los recursos, el mismo club busca la manera de como ayudarte, porque lo que no quieren es perder al jugador”, contó la deportista nacida en Venezuela, quien debido a la crisis humanitaria de su país llegó a Perú en el año 2015.

La falta de semilleros en rugby femenino es lo que explica que la mayoría de las mujeres que comienzan a practicar este deporte lo hagan entre los 18 y 24 años. En Uruguay por ejemplo existen solo 10 clubes con rugby femenino y tan solo dos poseen categorías para niñas y adolescentes menores de 18 años. Antonella Verocai, tiene 20 años, y es una excepción en la selección uruguaya. Comenzó a jugar a los 9 y hoy en día es una de las grandes promesas del país.

Perfil: ¿Desde que comenzaste a jugar has sufrido alguna lesión?

Antonella Verocai : Jamás sufrí lesiones graves, lo máximo que tuve fue un esguince de tobillo muy leve que me llevó muy poco tiempo recuperarme.

P: Entonces, ¿Qué les dirías a las personas que creen que se trata de un juego violento?

AV: Decir que el juego es violento es simplemente una ignorancia de las leyes del juego,  como todo deporte existen ciertas normas a seguir y que penan al jugador si las infringe. Por ejemplo pueden ser los tackles altos, hay que cuidar el cuello y las jugadas vistas como peligrosas se sancionan.  En parte es todo un protocolo para asegurar la integridad física.

Rugby femenino

Voacai entiende que para el desarrollo de esta actividad deben existir empresas abiertas a invertir en las rugbiers: “Se necesita que más empresas apoyen este deporte, más sponsors. Los clubes no reciben ningún apoyo del gobierno, cada club busca sustentarse a través de rifas o ventas”. 

La palabra de Bárbara Pichot

Una de las personas más interiorizadas en la situación de las mujeres en este deporte es Bárbara Pichot. En septiembre de 2020 fue convocada para ser Coordinadora del Rugby Femenino en Sudamérica. Un concepto que debe desterrarse según su mirada es el de “rugby femenino”. "No existe el deporte para un género, acá lo que importa es el compromiso y la dedicación para querer jugar", afirmó Pichot.

En relación a la situación del rugby en Argentina, la hermana del exjugador de Los Pumas Agustín Pichot, sentenció: “Nosotros tenemos una infraestructura de clubes mucho más grande que países de Centroamérica, pero ellos a pesar de las limitaciones practican este deporte porque es económicamente rentable. Solo se necesita correr y una pelota".

El problema principal para Pichot se encuentra en lo arraigado que está en la cultura argentina el concepto de rugby como un deporte de “clase”. “El rugby femenino no es de elite, todo lo contrario. El gran problema es que no hay un incentivo del gobierno para su desarrollo”. 

Pichot ha tenido la posibilidad de viajar y realizar encuentros vía Zoom con equipos de toda Latinoamérica para poder abordar las dificultades de las mujeres, por lo que concluye: "Para poder cambiar la situación de este juego se necesita cambiar la cultura y esto lleva décadas de trabajo, que hoy comienzan a dar frutos. Pero aún así hay personas que ni se imaginan que todos podemos jugar al rugby, y ni hablar de que incluso desde chicos existe la posibilidad de jugar mixto”.

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