El Tula está preocupado. Faltan dos horas para que empiece el partido de Argentina-Grecia en Polokwane y su bombo todavía no llegó al estadio. "¿Dónde está el bombo?", pregunta. Nadie responde. El mítico bombisto peronista se siente incompleto sin su instrumento, que lleva a cada acto peronista y mundial de fútbol al que va. Sin ánimos de grandeza, El Tula afirma que es el primer bombo en la historia de los mundiales. Habla como el padre de la criatura: "Estoy muy contento porque yo soy el primer bombo Mundial", sentencia a 442 cerca del Peter Mokave Stadium.
"El primer bombo que tocó fui yo, en Alemania, en el '74, ahora todos han implementado el bombo, todos tocan el bombo, así que... qué se yo: ¡Yo soy el inventor!", sostiene y agrega que el hecho de que el bombo haya llegado a Sudáfrica le contagia alegría. "El bombo era el símbolo del movimiento nacional justicialista, pero ahora el bombo pasa a ser el instrumento de lucha del pueblo argentino", lanza. "No solamente los peronistas, todos, peronistas, radicales, comunistas, todos tocan el bombo y yo, como el creador, estoy emocionado", se sincera.
Sin embargo, Sudáfrica 2010 tuvo la particularidad de que el bombo no fue protagonista en la canchas. Las miles de vuvuzelas, cornetas que los hinchas sidafricanos cargan como lanza de guerra, le restaron poder a la percusión de los bombos y El Tula lo reconoce: "Los sudáfricanos hinchas las pelotas con tanta corneta, porque paran los bombos, tocan y tocan, pero bueno es algo nativo de ellos, hay que respetar la música de todo el mundo", expresa.
Muchos hinchas argentinos que están en Sudáfrica afirman que ya en el Mundial del '78 había (no tantas, pero había) cornetas de ese estilo en los estadios argentinos. El Tula dice que no puede responder a esa polémica: "Estaban los milicos, yo no me acuerdo porque no estuve", se ataja el hombre durante esos años vivió en el exilio. ¿Ha tocado alguna vez una vuvuzela El Tula? "Sí, toco todo el tiempo, hasta tengo una", contesta el militante peronista, algo nervioso ante la ausencia de su bombo, que sigue sin aparecer.
Dejando de lado el plano musical y yendo a lo futbolístico, a la hora de dar pronósticos, El Tula no anda con rodeos. "Vamos a salir campeones y vamos a dar la vuelta con el Diego", vaticina y promete -a lo Maradona- nudismo en el Obelisco. "Él se va a poner en bolas en el Obelisco y yo lo sigo atrás con el bombo", se compromete.