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Con una soberbia actuación de Lionel Messi, Argentina le ganó un partidazo a Brasil por 4-3 en una nueva versión del clásico sudamericano jugado en el estadio MetLife de Nueva Jersey.
Messi fue la figura de un equipo que cometió muchas fallas defensivas, pero que en ofensiva contó nuevamente con las pinceladas de su número diez y capitán, sobre todo con la perla del cuarto y último tanto del partido.
El defensor Federico Fernández, otra vez mejor atacando que defendiendo, hizo el gol restante del cuadro argentino, que sobre el final sufrió la expulsión de Ezequiel Lavezzi, por una reacción innecesaria sobre Marcelo. Para Brasil, que se prepara con vistas a los Juegos Olímpicos de Londres, marcaron Rómulo, Oscar y Hulk.
El primer tiempo tuvo un comienzo dominador de Brasil, que manejó la pelota con un mayor criterio que los albicelestes y evidenciaron graves desatenciones en el fondo del equipo de Alejandro Sabella. Neymar se hizo incontenible para los centrales y se vistió asistidor para las entradas de Hulk y Damiao.
Con el correr de los minutos, el arquero Sergio Romero se fue afirmando como figura, hasta que a los 22 minutos, Neymar ejecutó un tiro libre desde la derecha y, ante una estática defensa argentina, Rómulo apareció en el centro, con un pie adelantado, y definió frente al portero para poner arriba a los de Mano Menezes.
Luego del tanto, Brasil justificó la diferencia con su buen manejo y con un Neymar deslumbrante, aunque se topó con un seguro Romero. Pero bastó que en Argentina apareciera Messi para desnudar también problemas defensivos y poder llegar al empate.
Se jugaba el minuto 30, cuando en una réplica de un ataque brasileño, Gonzalo Higuaín habilitó en profundidad entre los centrales a Messi, para que el rosarino mandara el balon al lado del palo derecho de Rafael.
Cuatro minutos más tarde, por la misma vía, Argentina marcó el segundo. Esta vez el asistidor fue Angel Di María, quien tocó para Messi y el crack del Barcelona al quedar solo con Rafael, lo eludió y tocó suave al gol, de manera muy similar a aquel gol de Claudio Caniggia en el Mundial de 1990.
Las defensa argentina siguió sin dar garantías en la parte final de la etapa y fue a los 36 cuando Romero le tapó con la pierna derecha un mano a mano al movedizo Hulk.
En el segundo episodio la dinámica continuó en el partido y las fallas en ambas defensas hicieron que las situaciones de peligro fueran el común denominador del juego. A los 6 minutos, Hulk avisó con un remate que se fue apenas desviado, luego de haberse sacado de encima con facilidad a Pablo Zabaleta, en un comienzo netamente favorable para Brasil.
Finalmente, a los 10, llegó la igualdad, con una genialidad de Oscar, quien definió sobre Romero luego de edificar una pared dentro del área con Damiao.
Con el 2-2 Brasil continuó yendo y Argentina no podía tener la pelota. Por esa razón, y al defender cada vez más cerca de su arquero, los brasileños fueron un vendaval y llegaron a su tercer conquista. Fue a los 26, cuando a Romero se le escapó la pelota en un córner y Hulk definió al gol.
A partir del golpe, la Argentina renació porque Messi se tiró unos metros atrás para entrar en juego. Fue así como, a quince del final Fernández, de cabeza, marcó el empate para ponerle pimienta al final del clásico.
El broche de oro al encuentro se lo iba a poner Messi, a los 39, con una de sus genialidades. El crack del Barcelona tomó la pelota en la mitad de la cancha por el sector derecho y encaró en diagonal. Cuando llegó a la medialuna, luego de haber sido imparable para los rivales, sacó un certero remate que se metió en el ángulo superior derecho de Rafael.
En definitiva, gracias al desequilibrio de Messi, Argentina se llevó de Nueva Jersey una victoria importante, aunque debe mejorar varios puntos defensivos para no sufrir en el futuro.
Fuente: DyN
Mirá los goles del clásico.
