Marcelo Bielsa admitió públicamente su felicidad por la victoria de Newell's sobre Boca que puso al club de sus amores en las semifinales de la Copa Libertadores. "Se imaginarán lo contento que estoy", reconoció en una conferencia de prensa en Bilbao.
Bielsa entregaba su bagaje verbal en la rueda de prensa como entrenador del Athletic cuando un periodista local le preguntó sobre Newell's.
Emergió naturalmente la sonrisa en un rostro de satisfacción, y de poco sirvió la aclaración que la prologó.
"Eso tiene que ver con el corazón y el fanatismo. De eso no se habla en este escenario...por supuesto se imaginarán lo contento que estoy", confió.
Marcelo Bielsa fue un efímero jugador en la primera división de Newell's, el club que ama desde chico. Lo sacó campeón local como entrenador alcanzando la final de la Copa Libertadores en 1992, cayendo en los penales con el gran San Pablo de Cafú, Raí y Palinha del también gran Telé Santana.
Con su nombre fue bautizado el estadio del Parque de la Independencia, una de cuyas plateas lleva el nombre de Gerardo Martino, el entrenador de hoy, jugador insignia de aquellos 80 y 90 y discípulo del "Loco" Bielsa.
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