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Twitter fue el termómetro social del humor de los argentinos. A cada minuto que pasaba del partido y el marcador seguía clavado en 0, la impaciencia de la gente estallaba con ingeniosos afiches en las redes sociales.
Críticas a la inactividad de Messi, colgaron esqueletos porque habían se habían quedado esperando los goles más de la cuenta, risas por el planteo ultra-defensivo y hasta los iraníes se animaron a cargarnos. Todo en 90 minutos. Sin embargo, Leo frotó el botín y todo quedó en anécdota para que los hinchas argentinos tomaran revancha en 140 caracteres.
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