"Esta barra quilombera no te deja, no te deja de alentar”, se escuchó en La Bombonera hace dos fechas, durante la goleada de Boca ante Godoy Cruz. Aquella melodía de tablón estaba dedicada al seleccionado argentino, con motivo de la confirmación del estadio xeneize para el partido ante Perú.
Lo cierto es que La Doce, más local que nunca, y oficializada como barra de la Selección, tendrá el próximo jueves la responsabilidad de alentar a un plantel cuestionado al que se le ha dado la espalda en diferentes puntos del país. “Vamos a apoyar al equipo, a alentar a Messi, a pedir por el Pipa Benedetto y a hacer lo posible para clasificar al Mundial en nuestra casa”, expresaron desde la cúpula de la barra de Boca. Daniel Angelici, presidente del club, le quitó importancia al tema: “Mi única preocupación es que gane Argentina, no la barra de Boca”.
Claudio Tapia, presidente de AFA y reconocido hincha de Boca, pidió salir del Monumental, escenario del que los jugadores se habían retirado bajo una lluvia de insultos tras la igualdad ante Venezuela: “En la Bombonera va a haber un marco diferente. Fue una decisión mía, ya la tenía en mente y lo decidí cuando terminó el último partido”.
Guillermo Madero, director de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos de la Nación, le reveló a PERFIL que el grupo de la barra de Boca liderado por Rafael Di Zeo y Mauro Martín no podrá concurrir al estadio: “Vamos a hacer que ninguno de los más de tres mil barras que tenemos en la base ingrese, aplicando el sistema Tribuna Segura en cada uno de los accesos al estadio.”
A facturar. La reventa de entradas para Argentina-Perú es un negocio millonario. Uno de los revendedores más importantes del país, que por seguridad prefirió ocultar su identidad, explicó: “Decir que la barra de Boca revende tickets en Leopardi, el club de Mauro Martín, es como decir que Hitler daba conferencias de prensa en los campos de concentración. La barra de Boca no tiene un solo ticket. De hecho los altos costos de las entradas originaron que la comercialización quedara en manos de los dirigentes, los sponsors y las empresas de turismo”.
La venta de entradas resultó poco confiable para los miles de hinchas que no pudieron conseguir la suya, después de haber pasado horas en una fila virtual. Incluso a los pocos minutos de haberse agotado todas las localidades, la reventa se adueñó de los sitios web. En Mercado Libre dieron de baja todas las publicaciones que ofrecían tickets.
Nadie sabe quién tiene las entradas para el partido más importante del año. No obstante el mundo del fútbol sabe bien que la barra de Boca estará presente una vez más en la segunda bandeja de la Bombonera. Esta vez, alentando a Messi y compañía.
Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.