Con técnico y cinco jugadores argentinos, Universidad de Chile se convirtió este miércoles en el primer campeón chileno de la Copa Sudamericana, goleando 3-0 a la Liga de Quito en el partido de vuelta de la final disputado en el Estadio Nacional de Santiago.
El joven delantero Eduardo Vargas abrió el marcador cuando sólo iban dos minutos de juego; Gustavo Lorenzetti hizo el segundo a los 34 del complemento y a pocos minutos del final de nuevo Vargas -quien a los 22 años es considerado una de las mayores promesas del fútbol chileno- sentenció el partido.
Además del DT santafesino Jorge Sampaoli, declarado seguidor de Marcelo Bielsa y apodado "Bielsita" por el fútbol vertiginoso y ofensivo que viene proponiendo con la U, aportaron presencia argentina en el campeón los volantes Gustavo Lorenzetti y Guillermo Marino, el defensor Matías Rodríguez (ex inferiores de Boca) y los delanteros Gustavo Canales y Diego Rivarola.
Los azules, que en el partido de ida habían ganado 1-0 con gol de Vargas en la altura de la capital ecuatoriana, obtuvieron su primer título internacional en 84 años de vida, luego de una impecable campaña en la que permanecieron invictos al cabo de 12 partidos ganando diez, empatando los dos restantes y recibiendo apenas dos goles.
Por su parte, Liga de Quito no pudo continuar con la racha de títulos internacionales que comenzó en 2008 cuando ganó la Copa Libertadores, y que continuó con la obtención de la Copa Sudamericana 2009 y la Recopa Sudamericana en 2009 y 2010.
Los nervios de jugar por primera vez una final no afectaron a Universidad de Chile, que a los dos minutos comenzó a saborear el título mediante un gran remate de Vargas desde dentro del área. El gol desató la locura de los 50.000 hinchas que colmaron el Estadio Nacional.
La U siguió presionando y minutos después Francisco Castro tuvo el segundo al rematar a metros del arquero Domínguez, quien sacó a un costado. El balón cayó en Vargas (máximo goleador de la Copa con 10 conquistas), quien obligó a otra intervención magnífica del espigado portero ecuatoriano.
A los 37, el argentino Rodríguez esquivó a varios jugadores de la Liga y lanzó un furibundo remate que el arquero ecuatoriano no pudo controlar. El rebote fue capturado por Castro, quien elevó demasiado su remate.
Un tiro libre del Equi González pudo darles el empate a los ecuatorianos, pero el arquero Herrera la sacó junto al palo izquierdo del arco y con eso acabó la primera etapa de la final.
El local comenzó el segundo tiempo presionando el arco ecuatoriano, que a los 6 minutos estuvo en peligro tras un remate del delantero Gustavo Canales que se fue cerca del palo izquierdo y no dio reacción al arquero Domínguez.
Cuando LDU se afirmaba en la cancha y arrinconaba a la U, el defensor ecuatoriano Jorge Guagua golpeó torpemente con el codo al mediocampista argentino Gustavo Lorenzetti a metros del área visitante, por lo que se ganó la tarjeta roja y puso el partido cuesta arriba para los ecuatorianos.
Seguidamente, un tiro libre de Canales obligó a una monumental tapada del arquero Domínguez, quien minutos después se la sacó de los pies al propio Canales a metros del arco.
Poco después, el mismo Canales inició en el medio junto a Vargas y Mena un ataque que concluyó en los pies de Lorenzetti, quien así pudo darle al conjunto chileno un 2-0 que merecía largamente.
Pero faltaba la guinda de la torta. Vargas, la joya de la U, apiló defensas ecuatorianos desde casi el medio de la cancha hasta el área de la LDU, donde colocó la pelota en el arco ecuatoriano con un suave toque por sobre el arquero Domínguez. Sin dudas, un broche acorde para una campaña realmente excepcional.
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