Cultora del bajo perfil, de los deportes y la vida sana, Antonela Roccuzzo (24) prefiere siempre los segundos planos. Y si los puede evitar, mejor. A diferencia de sus pares como Wanda Nara o la ya demodé Mariana Nannis, prefiere no hacerse ver. Más bien, se esconde. Aún cuando esa tarea se vuelve complicada no sólo por acompañar a alguien que hace mucho dejó de ser ese chico de Rosario, sino también por su belleza singular.
Antonela (sí, con una sola ele), es lejana al mundo de las flashes, ni siquiera le cabe el mote de “botinera”. Es “una chica de barrio”, dirán quienes la conocen. Y es esa característica la convierte en la novia perfecta de Lionel Messi, con quien tienen un pacto de concesiones, según la revista Semanario.
Antonela es hija de José Roccuzzo, un supermercadista, y Patricia Blanco, y la segunda de tres hermanas. Al igual que entonces, la familia de la morena vive de los ingresos del supermercado Único, heredado de la madre de José. Sólo que en vez de ser uno solo, como hace años, hoy la familia tiene una cadena de servicios. José es presidente de la cámara de supermercadistas mientras que Patricia ya no atiende la caja.
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