Los hinchas de San Lorenzo que resistieron luego de otra noche para el infarto en el Nuevo Gasómetro pueden saltearse la visita al cardiólogo este año ya que si este dramático partido no los afectó es porque gozan de buena salud, y mucho más para los que también estuvieron aquel 9 de abril de 2014 con tantas similitudes y el mismo final feliz para el Ciclón.
Hace tres años, el equipo que dirigía Edgardo Bauza llegaba aún más complicado a la última fecha, donde también los cuatro integrantes del grupo tenían chances de clasificar a octavos de final. Recibía a otro equipo brasilero, Botafogo, y como ayer, escuchaba la radio para saber lo que pasaba en Chile entre Unión Española e Independiente del Valle, que también se mataron a goles en un histórico 5-4 a favor de los ecuatorianos y cambiaban la suerte de San Lorenzo a cada minuto, que además de los tres puntos necesitaba hacer varios goles.
Una diferencia importante es que esta vez al Ciclón le alcanzaba con ganarle al Flamengo para pasar de ronda independientemente de lo que pasara entre Universidad Católica y Atlético Paranaense pero lo adverso que resultó el partido lo condicionó a estar pendiente de un resultado (3-2 para los brasileros) que se modificó varias veces en los últimos 15 minutos y que obligaba al equipo de Diego Aguirre a conseguir la victoria.
Hace tres años se visitó de héroe Nacho Piatti para convertir el 3-0 definitivo que le dio a San Lorenzo una agónica y angustiosa clasificación en el minuto 88. Esta vez, el traje se lo puso Fernando Belluschi, con un gran zurdazo en el minuto 91 para enloquecer a la multitud que, creyentes o no, ya no dudan que los milagros existen. En 2014, el San Lorenzo de Bauza terminó campeón. ¿Se repetirá la historia?
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