El futbolista bonaerense Ricardo Centurión tuvo que retirarse en patrullero del boliche Capítulo 1 de Lanús, tras una pelea entre su grupo de amigos y otra banda local.
Centurión regresó al país el sábado a la mañana con la intención de incorporarse definitivamente a Boca Juniors, luego de varias idas y vueltas en las negociaciones, pero ya se habla de una cláusula de comportamiento en su próximo contrato.
Según pudieron reconstruirse los hechos, el conflicto se originó cuando un joven quiso acercarse al futbolista para pedirle una foto y un amigo suyo lo rechazó de manera violenta, al parecer porque su estado en ese momento de la noche no era el mejor.
El dueño del boliche intermedió con la intención de calmar la situación y echó a la banda "rival" de los amigos de Centurión. Pero no lo consiguió porque este grupo se quedó esperando en la puerta. Por eso, cerca de las 7 de la mañana, el futbolista tuvo que salir encapuchado, custodiado por dos amigos para subirse a un patrullero y poder retirarse sin problemas.
Después de la conquista del último torneo de Primera División, en el que fue una pieza clave para Boca y su entrenador, Guillermo Barros Schelotto, el atacante hasta había llegado a declarar que se retiraría si no podía seguir jugando con la azul y oro, más allá de que inmediatamente se corrigió y no fue tan categórico.
Sin embargo, el préstamo había vencido y tenía que regresar a San Pablo, de Brasil. La semana última estuvo a punto de ser transferido a Genoa y pasó la revisión médica en Italia, pero Barros Schelotto enfatizó su pedido y finalmente se acordó su vuelta a La Boca.
Ahora el club porteño está dispuesto a pagar aproximadamente 4,2 millones de dólares por el setenta por ciento del pase que tiene la institución paulista para luego negociar con Racing, dueño del porcentual restante.
El jugador retornó así a la Argentina y esa misma noche protagonizó otro conflicto digno de su historial, en el que su vida privada dista de ser acorde con la que se espera y se le exige a un futbolista profesional.
Fuente: DyN