martes 19 de marzo del 2024

Sin Messi no somos nada

La estadística es letal: cuando 'Leo' no juega, la Selección tiene muchísimas chances de perder. Contra Nigeria quedó evidenciado lo que ocurrió en los últimos años.

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Cuando no juega, se nota mucho. Porque es el mejor, está claro, pero sobre todo porque el equipo está lejos de ser un equipo. Entonces su presencia se torna necesaria, casi imprescindible. Contra Nigeria, en Rusia, la teoría quedó validada una vez más: sin Lionel Messi, a la Selección le va mal.

Jorge Sampaoli le dio un descanso que estaba acordado con antelación, y Leo viajó hacia Barcelona al rato de que la Selección le ganara a Rusia el sábado pasado, en una actuación que había dejado más luces que sombras.

Pero hoy, en el segundo tiempo, el equipo volvió a mostrar los síntomas por los que clasificó con angustia en las Eliminatorias: desconcentraciones, fragilidad defensiva y poco poder de gol. Todo lo contrario a lo que había ofrecido en la primera parte y en momentos del duelo contra los rusos.

En el período entre Brasil 2014 y Rusia 2018, Messi faltó en 15 de los 45 partidos que jugó la Selección: seis amistosos, ocho encuentros por Eliminatorias y en el debut ante Chile en la Copa América Centenario, organizada en Estados Unidos. La eficacia del equipo nacional sin Messi en cancha, por supuesto, decrece sustancialmente.

Es del 44,44 por ciento en estos tres años. Con Messi en cancha, en cambio, la Selección no sólo mejora su nivel, sino su efectividad: ganó 22 de los 33 partidos disputados.

En las Eliminatorias que pasaron, los números fueron incluso más contundentes: con Messi, la Argentina perdió sólo con Brasil (0-3, de visitante). Después empató con Uruguay, Venezuela y Perú, y superó dos veces a Chile (2-1 en Santiago y 1-0 en River), a Bolivia, Uruguay, Colombia y Ecuador. Sacó 21 puntos sobre 30 en juego (70% de efectividad).

Sin Messi, la Argentina sólo le ganó a Colombia (1-0, en Barranquilla), empató cuatro veces (0-0 con Paraguay, 1-1 con Brasil y 2-2 con Venezuela y Perú) y perdió los tres restantes (2-0 con Ecuador, 1-0 con Paraguay y 2-0 con Bolivia). Apenas obtuvo siete unidades sobre 24 posibles (29,16%).

Todos datos que ilustran una realidad innegable: sin Messi, no somos nada.