
El 26 de julio de 2017 Novak Djokovic comunicó al mundo una difÃcil decisión: se alejó del circuito de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) porque se agravó la lesión en el codo que venÃa arrastrando por más de un año.
«Después de arrastrar un año y medio una lesión en el codo, que se agravó los últimos meses, he tomado la decisión de no jugar ningún otro torneo en lo que resta de la temporada 2017», comunicó el serbio a mediados del año pasado.
Luego, a la par de la preparación por la llegada de su segundo hijo, Nole comenzó una recuperación en la que se cruzó con un rival difÃcil, un pensamiento que le transmitió a su gente, quienes quedaron totalmente en shock cuando lo escucharon.
«Este año (2018), en los meses después de la operación que tuve en el codo, pasé por momentos y pensamientos que no fueron los mejores. Un dÃa, en marzo, me senté con mi gente y les dije que no querÃa seguir jugando al tenis. Se quedaron todos en shock», reveló el serbio de 31 años en el programa televisivo Da Modza Ne de su paÃs.
«TenÃa dudas de si de verdad querÃa dejarlo todo aunque por dentro, una parte de mà sabÃa que llegarÃa el momento donde volverÃa a ganar Grand Slams y ponerme en posición de ser número 1 otra vez», agregó el actual número 2 del mundo.
Luego de aquella confesión que movió la estanterÃa de sus personas más cercanas, Djokovic se reunió con dos viejos conocidos (Marian Vajda y Gebhard Gritsc) para planear una estrategia de cara al regreso a la competencia y los resultados están hoy a la vista.
«Dialogamos sobre las posibles estrategias que podÃa tomar a medio y largo plazo. En aquel calendario que hicimos, estaba planeado que el pico de forma lo iba a encontrar en el US Open pero lo bueno es que llegó antes, en la gira de hierba con el tÃtulo en Wimbledon«, contó Nole.
Finalmente, el serbio mencionó a una partÃcipe fundamental en su vida personal y profesional, su compañera de ruta, Jelena Ristic, con quien compartió momentos que lo ayudaron a soñar con el regreso que luego se hizo realidad.
«Después de haber dado a luz, mi mujer no habÃa tenido tiempo de dedicarse a mÃ. Aunque no habÃa entrenado, escaló por las montañas durante más de cuatro horas y ese fue el momento en el que nos acercamos más y nuestra relación se hizo más fuerte».
«Aquellos cinco dÃas que pasamos juntos nos trajo momentos de orgullo y fuerza. No habÃamos tenido un momento asà desde que fuimos padres. Eso hizo que todo volviera a su sitio», concluyó.
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